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LOS DERECHOS HUMANOS EN SANTO TOMÁS DE AQUINO

(por Jesús García López)





“La cuestión de los derechos naturales, de corte tradicional, se presenta hoy con nueva forma, bajo la rúbrica de derechos humanos”.(Jesús García López)





Actualmente es más adecuado hablar de derechos humanos refiriéndose a aquel tipo de derechos que Santo Tomás calificó con el apellido de naturales y que, consecuentemente son privativos del hombre. Tanto esta denominación como aquella tienen en su raíz el mismo contenido doctrinal, pues, entendemos, que al hablar de derechos naturales, nos referimosa los derechos que se fundan en la misma naturaleza de las personas humanas y, es en ella donde tienen su razón de ser.

A la hora de hablar de naturaleza humana surgen las discrepancias: mientras que algunos pensadores sostienen y afirman la distinción, de corte escolástico, entre el hombre y el resto de los seres vivientes (dicha distinción estriba en que solamente el hombre posee razón ysolamente él es libre en virtud de su propia naturaleza), otros, de influencia materialista, niegan dichas diferencias.

La negación positivista de la naturaleza humana no es más que un caso particular de la negación general de toda naturaleza o esencia.

Por su parte, los existencialistas caracterizan al hombre como pura existencia desnuda, sin esencia, como un ser para el cual su esenciaconsiste únicamente en existir. En una palabra, los existencialistas lo que dicen es que el hombre en cuanto hombre no posee naturaleza alguna.

Pero cerremos nuestros oídos a dichas opiniones y tratemos de ver alguna luz en tan escabroso tema como es éste de los derechos humanos.

Salvados los inevitables obstáculos que surgen cuando intentamos diferenciar y separar las fronteras que existen, oque, se supone que existen, entre los derechos naturales, como tales derechos (es decir, aquel tipo de derechos comunes a toda la naturaleza) y los derechos humanos, como privativos únicamente de la naturaleza humana, nos encontramos con ciertas coincidencias de fondo que nos hacen suponer que la doctrina tomista sobre esta materia está más cerca de las ciencias jurídicas que de una ciencia primera(al estilo aristotélico) o filosofía primera.

El presente estudio se asemeja más a una apología de los “valores tradicionales” que a una monografía crítica y objetiva sobre el tema que traemos entre manos. Con esto, no estoy quitándole mérito ni despreciando el esfuerzo que supone un trabajo de tan gran envergadura, sino que por el contrario, conociendo la talla científica y la valía del autor,esperaba, tal vez, ver las cosas más claras en este enmarañado bosque en que nacen y se desarrollan los derechos humanos, más aún, esperaba reconocer, en cierta manera, la pluma y el pensamiento de tan inminente Doctor en el campo de la sabiduría humana o, si se prefiere, en el campo de esa participación que el hombre tiene en la Sabiduría. No es por eso extraño que después de haber expuesto misconclusiones entresacadas de la presente tesis, observe en mí un cierto escepticismo y un cierto temor al encaminar mis pasos a un análisis, si cabe, del contenido de la obra que tenemos entre manos. Tengo en contra mía la dificultad de desconocer, casi por completo, la doctrina de Santo Tomás de Aquino acerca de los derechos humanos, si bien, García López hábilmente ha recopilado aquellos textosque, en principio, sirven de instrumento idóneo para satisfacer nuestras propias necesidades y reducir, en la medida de lo posible, la oscuridad que hoy en día se cierne sobre tan profundo tema.

Preguntas tan importantes como éstas, serían las que Pirrón formularía al Aquinate, preguntas que, sin duda, nos conducirían a un absurdo e incluso nos harían recaer en un sofisma. Preguntas sin...