Reglamento De Secundaria
Manuel Gutiérrez Nájera
¿No ves cual prende la flexible yedra
entre las grietas del altar sombrío?
Puesto como enlaza a la marmórea piedra
quiero enlazar tu corazón bien mío.
¿Ves cualpenetra el rayo de la luna
las quietas ondas sin turbar la calma?
Pues tal como se interna en la laguna
quiero bajar al fondo de tu alma.
Quiero en tu corazón, sencillo y tierno,
acurrucar missueños entumidos
como al llegar la noche del invierno
se acurrucan las aves en sus nidos.
Espinelas
Salvador Díaz Mirón
Que como el perro que lame
la mano de su señor,
el miedo ablande el rigorcon el llanto que derrame;
que la ignorancia reclame
al cielo el bien que le falta.
Yo, con la frente muy alta,
cual retando al rayo a herirme
soportaré sin rendirme
la tempestad que me asalta.No esperes en tu piedad
que no inflexible se tuerza:
yo seré esclavo por fuerza
pero no por voluntad.
Mi indomable vanidad
no se aviene a ruin papel.
¿Humillarme? Ni ante aquel
que enciende yapaga el día.
Si yo fuera ángel, sería
el soberbio ángel Luzbel.
El hombre de corazón
nunca cede a la malicia.
¡No hay más Dios que la justicia
ni más ley que la razón!
¿Sujetarme a la presióndel levita o el escriba?
¿Doblegar la frente altiva
ante torpes soberanos?
Yo no acepto a los tiranos
ni aquí abajo ni allá arriba.
Mi prima Águeda
Ramón López Velarde
Mi Madrina invitaba a miprima Águeda
a que pasara el día con nosotros,
y mi prima llegaba
con un contradictorio
prestigio de almidón y de temible
luto ceremonioso.
Águeda aparecía, resonante
de almidón, y sus ojosverdes y sus mejillas rubicundas
me protegían contra el pavoroso
luto…
Yo era rapaz
y conocía la o por lo redondo,
y Águeda que tejía
mansa y perseverante en el sonoro
corredor, me acusabacalosfrío ignotos…
(Creo que hasta le debo la costumbre
heroicamente insana de hablar solo.).
A la hora de comer, en la penumbra
quieta del refectorio,
me iba embelesando un quebradizo
sonar...
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