Relacion de Ciencias

“CONTRIBUCIONES Y APRENDIZAJES DE LA ANTROPOLOGÍA EN LA SALUD
PÚBLICA EN MÉXICO O CÓMO HACER ANTROPOLOGÍA
EN TIERRA AJENA Y NO MORIR EN EL INTENTO”
Treviño -Siller, Sandra Dra.
Dirección de Salud Comunitaria y Bienestar Social
Centro de Investigación en Sistemas de Salud
Instituto Nacional de Salud Pública
Cuernavaca, México
strevino@correo.insp.mx
Resumen:
La estrecha relación entre laantropología y la salud pública se remonta al siglo XIX con el
inicio de la epidemiología y la medicina social. Sin embargo, en el caso de México, y de varios
países latinoamericanos, dicha relación no siempre es cordial y se sigue dependiendo del criterio
de las llamadas “
ciencias duras y exactas” vs. lo que se considera, desde el ámbito de la
biomedicina tradicional, una “ciencia”subjetiva y no tan válida. A comienzos del siglo XXI, y
ante una evidente crisis de la biomedicina y su esquema científico, cada vez más instituciones a
escala internacional comprenden y demandan la participación de los científicos sociales en el
campo de la salud pública y esto ha generado diversos “espacios” que se van abriendo con no
pocas dificultades para los que se aventuran en ser “profetas entierra ajena”. El objetivo de este
trabajo es el de presentar un panorama actual de la situación de la antropología en el campo de
la salud pública y, a través de ejemplos concretos, explorar l s oportunidades que existen, l s
a
o
retos que esto implica, las ganancias que se obtienen y las limitantes existentes.
Introducción:
No es una novedad que desde la última década del siglo XX elcarácter de la antropología
social en países “desarrollados” ha adquirido especial importancia en diversos campos, no tan
sólo en la docencia y la investigación, espacios tradicionalmente fructíferos, sino en el ámbito
de la consultoría e inclusive en la toma de decisiones, especialmente en el campo de la salud
pública (Trostle, J, 2001).
Dicha manifestación no debería sorprendernos cuandoreleyendo viejos textos de la
epidemiología clásica (Panum, Farr, Snow) del siglo XIX, de la medicina social (Virchow) o de
la antropología médica encontramos con claridad la existencia de una vieja relación entre ambas
disciplinas, complementándose y aprendiendo una de otra. (Op. Cit) Sin embargo, a pesar del
origen cercano y de la posterior separación con el auge del positivismo, la modernidad yel
énfasis por medirlo todo (50’s -60’s), se puede identificar un claro reencuentro reciente a partir
de los 90’s que, si bien inicia en el ámbito de los países desarrollados, y ante una muy evidente
crisis de la biomedicina moderna -sus expectativas y promesas- se ha ido expandiendo en el
contexto de los países en vías de desarrollo con sus particularidades. (Menéndez, 2000)
Y es que paranadie es una sorpresa que a fines del siglo XX “los huecos” generados por la
ciega fe en la modernidad y el progreso son más que evidentes y que, particularmente en el
campo de la salud, si bien se cuenta con un desarrollo tecnológico sin igual en la historia de la
humanidad, con tratamientos y medicamentos de avanzada, ni se cuenta con una distribución
equitativa de los avances (es decir, losbeneficios no son para todos, sólo para quienes pueden
costearlos), ni se han superado una serie de enfermedades que se consideraban como superables
algunas décadas antes (por ejemplo: el cáncer). Además, ni logramos apegos adecuados a

tratamientos (falta de consideración cultural), ni logramos mejorar la relación médico- paciente,
ni la calidad de nuestros servicios. (Robles, 2000).
Paraaquellos antropólogos que llegamos al campo de la salud pública por azares del destino y
que nunca pensamos desarrollarnos en éste, la experiencia es sin duda gratificante, aunque
dolorosa por momentos, y constituye un reto continuo. Enamorados eternos, al menos las
generaciones de los 70’s y 80’s, de la investigación aplicada, ahora llamada la investigación con
misión, los antropólogos...