Reportaje

Julia Romero Periodismo Literario
Reportaje I

AGUANTARLARESPIRACIÓN
Todo un imaginario vital gira en torno a la piscina: churros-arcoiris, socorristas “tóxicos” y depuradoras asesinas
Preparación.Un nadador se ajusta el gorro antes de tirarse a la piscina. Julia Romero

Las personas pueden aguantar la respiración por motivos muy diferentes. Cuandosomos pequeños nos dicen que funciona para quitar el hipo, pero es más divertido hacerlo justo antes de ser descubiertos en el que creíamos el escondite perfecto, o debajo de unas sábanas mágicas que nos protegen del villano más astuto. Al crecer cambian las causas (y los métodos): se aguanta la respiración para entrar en unos vaqueros que antes de Navidad quedaban perfectos, o como forma de evitarsoltar algún improperio. Hay algunos -como el pobre David Carradine- que incluso lo encuentran erótico. Un erotismo con consecuencias nefastas.
Quien más y quien menos puede sentirse identificado en algún punto con lo anterior, pero hay algo que casi todo el mundo -niños, y no tan niños- ha hecho: competir para ver quién aguantaba más la respiración bajo el agua. 4.237 fans en Facebook locorroboran en los grupos “Yo jugué a aguantar la respiración y nadar por las cuatro puntas de la pileta” y “Yo también jugué a aguantar la respiración bajo el aguaaaa”.
Piscina o pileta; azul o turquesa; de mosaicos o de poliéster. Son detalles que al final no importan demasiado. En esa cavidad que contiene de cientos de litros de agua, cloro, saliva, antialgas, pelos, clarificantes, antihongos yalguna que otra tirita que tuvo tiempos mejores, jugamos y aprendemos a nadar. También nos hacemos conscientes del paso de los años –no sólo de la pubertad- y nos enfrentamos a nuestros complejos y miedos.

Cosa de niños
“Es una sensación chula, porque puedo ir más rápido que cuando corro y no me canso tanto. Además no hay medusas ni algas, y puedo abrir los ojos debajo del agua, porque el cloro nome molesta tanto como el agua salada”. Luis tiene once años y aguanta cuarenta y cinco segundos la respiración. Recuerda que las primeras veces que se metía en la piscina le asustaba mucho tragar agua y poder ahogarse, y reconoce que todavía hoy le da un poco de miedo hacer la voltereta.
Es raro encontrar a un niño que no le guste estar en el agua hasta que las yemas de sus dedos se hagan ungurruño, pero para que los pequeños puedan disfrutar del agua sin miedo tienen que pasar por el proceso -a veces difícil- de aprender a nadar.
Por mucho que los seres humanos hayamos estado sumergidos en líquido durante nueve meses no somos peces, tampoco anfibios, y por lo tanto es un medio extraño que necesita un proceso de adaptación para aprender a desenvolverse en él (a pesar de las típicasfotografías en las que vemos a bebés rechochos y felices con los ojos abiertos envueltos por un turquesa idílico).
Jesús Martín tiene veinticuatro años y aguanta la respiración un minuto y veinte segundos bajo el agua. También es monitor de natación y socorrista. Explica que hay que intentar involucrar a los niños con juegos que les parezcan atractivos, “para que el agua les parezca divertida” y noestablecer prohibiciones demasiado estrictas. Pero para prohibiciones-instrucciones estrictas las que pueden verse a la entrada de la piscina del Aquavox San Agustín, aunque en este caso sean para los padres: “Los acompañantes de los cursillistas deberán: entrar en las instalaciones 15 minutos antes de la entrada del cursillo; una vez el niño está en el cursillo, esperar en la planta baja hasta 5minutos antes de que acabe;después tienen 15 minutos para abandonar las instalaciones”.
Esto explica que existan juegos con nombres como “Vaya lío”.
“Simón dice” o “Neptuno y sus caballitos” son algunos otros nombres de juegos más comunes en las clases de natación. Por ejemplo, “Simón dice” consiste en echar a las piscina distintos materiales como tablitas, roscos o churros. Los niños se mueven...