Republicas Pretorianas

Los militares en la política latinoamericana desde 1930
La depresión de 1929 causó un trastorno económico y social que desencadenó un período de turbulencia en la política latinoamericana en el cual aparecieron los ejércitos modernos, organizados y equipados a imitación de los ejércitos modernos europeos y mandados por oficiales de carrera, profesionales.
En 1930, los militares derrocaron almenos los gobiernos de 6 países: Argentina, Brasil, República Dominicana, Bolivia, Perú y Guatemala. En 1931, Ecuador y El Salvador, y en 1932, Chile, se sumaron a la lista de países donde los militares habían provocado cambios en la política y en el ejecutivo.
La diversidad de situaciones no permite hacer generalizaciones fáciles, si se lo estudia a nivel continental. Venezuela, bajo el poder deJuan Vicente Gómez, se libró de la crisis política que sacudió al continente y no entro al siglo xx hasta la muerte del dictador en 1935. En Colombia, la estabilidad institucional perduró y se consolido bajo la hegemonía liberal, debido a la “revolución en marcha” programa reformista en un marco de democracia liberar, donde los militares no intervenían. En México, el orden revolucionariofortaleció al desmilitarizarse organizando una participación popular bajo la tutela del Estado.
1930, para Argentina y Brasil, representa un antes y un después bien definidos, por la magnitud de la intervención militar en la política. En Brasil, los militares pusieron fin al sistema oligárquico de la Primera República, mientras que Argentina, contribuyeron a devolverle el poder a la oligarquía, despuésde un periodo en el cual la política había estado abierta a una participación popular más amplia.
En vísperas de la segunda guerra mundial, la mayoría de los países de Latinoamérica eran gobernadas por militares y las que en apariencia eran controladas por civiles, el presidente era un general (Uruguay y México) o eran gobernadas por regímenes fruto de revoluciones en las que los militares habíandesempeñado un papel clave. Chile y Colombia, son excepciones a esto.
La categoría de “militar”, cuando se emplea de esta manera, no es un término homogéneo. El mismo concepto o la misma graduación militar pueden ocultar realidades distintas y sistemas políticos ilimitados. Cárdenas en México, Baldomir en Uruguay, López Contreras en Venezuela, entre otros, ostentaban la gradación de general, sinembargo llegaron al poder de formas diversas y también eran distintos los regímenes que presidian. Un gobierno “militar” no puede definirse solamente por la profesión del jefe del ejecutivo.
En este período, un general latinoamericano podía ser: un maestro transformado en caudillo como Calles en México; o un modesto funcionario nombrado arbitrariamente capitán al alistarse en los ejércitos deaquella revolución como Cárdenas, etc.,. O bien podía ser, un oficial de carrera, formado en una academia militar del país o del extranjero, que había ascendido por méritos o antigüedad y cuya única ocupación había sido mandar tropas.
Las clases muy diversas de gobierno se definen atendiendo a los diferentes grados de intervención institucional por parte de las fuerzas armadas permanentes en latransmisión del poder y en los procesos de toma de decisiones sobre cuestiones políticas.
No se pueden reducir todos los casos a un solo modelo o línea de interpretación, pero no es infructuoso hacer las mismas preguntas en relación con el papel de las fuerzas armadas y su modus operandi en las diversas sociedades. En especial si se tiene en cuenta que estas sociedades, a pesar de suheterogeneidad interna, hacían frente a condiciones externas homogéneas que daban origen a líneas de desarrollo generalmente paralelas. No hay que subestimar el efecto del contexto internacional en los fenómenos políticos nacionales, durante la década del 30 y, especialmente, después de la segunda guerra mundial, cuando se analiza el comportamiento de instituciones cuya tarea es la defensa nacional.

Las...