Reseña La Vida Cotidiana En México Siglo Xix

Delfino González Ponce. México, D.F., a 9 de junio de 2012.


Reseña.


Anne Staples (coord.), Matilde Souto Mantecón, Julieta Pérez Monroy, Marie François, Ricardo Elizondo Elizondo, John E. Kicza, María Esther Pérez Salas, Raquel Barceló, Jesús Gómez Serrano, Francisco Javier Cervantes Bello, Anne Staples, Juan Ricardo JiménezGómez, Susana Delgado, Leticia Mayer, Cristina Mayer, Mílanda Bazat, Sonia Calderoni Bonleux, Arturo Aguilar Ochoa, Coralia Gutiérrez Álvarez y Claudia Agostoni, Historia de la vida cotidiana en México. Tomo IV: Bienes y vivencias. El siglo XIX. México, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2005, 615 pp. ISBN 968-16-7761-7.


Durante su estancia en la corte de los emperadoresMaximiliano y Carlota de México, el español José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio, escribió un ensayo bajo el seudónimo de “un loco”; donde plasmó sus sentimientos sobre lo que para él era un nuevo país, sus costumbres y lo que llamaba “detalles caseros sobre negocios domésticos”, [y] “de hechos pequeños, de rumores vulgares desdeñados casi siempre por los hombre [sic] de Estado y los diplomáticos, ycasi nunca bien apreciados por los grandes historiadores […]”[1] En cierta forma esta descripción se parece al libro que me ocupo de reseñar: Historia de la vida cotidiana en México. Tomo IV: Bienes y vivencias. El siglo XIX., el parecido con la descripción de Zorrilla radica en que éste libro se aleja de una historia tradicional, que pretende explicar el desarrollo de una Nación exclusivamentea través de cortes políticos, abusando de las acciones y las biografías de personajes importantes de los ámbitos intelectuales, religiosos, militares o de la cúspide gobernante, sea esta la que fuere.
Si bien es importante considerar los eventos políticos y la intervención de estas élites, queda la pregunta cómo era la vida diaria de todos los demás que no forman parte de esos grupos, y qué eslo que puede aportar no solo a la historiografía, sino también como nos ayuda a enriquecer nuestro conocimiento de un periodo trascendental para la historia de nuestro país. Como lector o historiador, solo podemos admitir la historia en estrecha correlación entre los hombres como objeto de estudio y el tiempo; pero no el tiempo concebido como el pasado ni demarcado con periodos rígidos y hastaarbitrarios, lo cual sería un absurdo ¿Cuántas personas vivieron y sobrevivieron los procesos de los últimos años del Virreinato, la Independencia, los Imperios o las guerras de intervención extranjeras? En realidad el tiempo de la historia es una realidad concreta y viva. Jacques Le Goff se manifiesta al respecto: “... A mi entender, sobre ese tiempo de la historia al que Marc Bloch había pensadoinicialmente consagrar un capitulo particular [en alusión al libro de Bloch]. El tiempo es el medio y la materia concreta de la historia [...]”[2]
Millones de vidas se encontraron inmersas, de una u otra manera, en una crisis resultante de la emancipación de la Corona española a través de la Guerra de Independencia, concibiendo de este modo a la nueva nación mexicana que a lo largo delsiglo sufre de invasiones extranjeras y de una guerra civil generalizada conocida como de “tres años” que agudiza la rivalidad entre los grupos liberales y conservadores. No obstante, los constantes cambios en la fisionomía política virreinal o nacional no implicaron necesariamente que el ritmo de la vida cotidiana se alterara de igual manera. La historia de la vida cotidiana permite echar unvistazo al acontecer diario de grupos sociales que generalmente no se toman en cuenta para el entendimiento y comprensión del desarrollo de la Nación mexicana. La historia de la cotidianidad, corriente relativamente nueva que al igual que la historia de las mentalidades, ambas inmersas en la amplia pero compleja historia cultural, se interesa por aquello que quizá en la historiografía tradicional...