Reseña del artículo de Pedro J. Gómez "Estructura retórica del monólogo televisivo"

Gómez, Pedro J., “Estructura retórica del monólogo televisivo”, Icono14, 5, 2005.

En el texto de Pedro J. Gómez se intenta demostrar que los monólogos televisivos se estructuran de manera muy similar al discurso retórico clásico.
Anteceden al texto un resumen en inglés y español, así como las palabras clave, también en ambos idiomas. El texto sigue una estructura de introducción, donde seexplican las intenciones del estudio y cómo se realizó; un análisis de la estructura del discurso retórico desde tres puntos de vista y relaciona cada uno con los monólogos actuales; sigue con la presentación de las hipótesis que se quieren demostrar; una metodología donde se expone el cuestionario que se usó para la obtención de los datos, que son analizados en el siguiente punto; y, por último,las conclusiones del estudio. Se adjunta también la bibliografía usada.
El autor comienza con una revisión de la Retórica, ya que su conocimiento es clave para entender el estudio. Parece, sin embargo, un poco descompensado el texto debido a que uno se queda con la impresión de que la explicación teórica es más relevante que el propio estudio. La Retórica nace en el mundo clásico como arma depersuasión mediante un discurso con una estructura clara y sistematizada. Por tanto, este discurso siempre tenía como objetivo afectar de alguna manera al receptor. Se puede construir desde tres momentos: la invención, la disposición y la elocución.
La invención tiene en cuenta los elementos que se emplean para apoyar la idea principal. De estos los más importantes son el exordio, la primeraoportunidad que el orador tiene para ganarse al público; la narración, donde se da cuenta de los hechos, y cuya brevedad es especialmente importante; y una argumentación, donde se exponen las ideas a favor o en contra, y que supone la parte central del discurso. Además existen distintos tipos de pruebas, técnicas o no técnicas; en las primeras encontramos los signos, los ejemplos y los argumentos. Elautor destaca el ejemplo como el más utilizado en los monólogos, aunque, valga la redundancia, no da ejemplos de esto. Indica que el ejemplo mezcla narración y argumentación, y que puede ser una ilustración, cuando se usa para reforzar una regla común, conocida y admitida, o un modelo, cuando se describe una conducta sobre la que se quiere establecer una reglar general de conducta (término de otroautor, cuya referencia ofrece, pero cuyo significado no explica). Su uso puede demostrar la verdad o falsedad de un argumento, de ahí su importancia para el discurso. Se señala también que algunos autores sugieren que cuanto más rudimentario es el ejemplo, mejor llega a las personas con menos formación. Esto se podría aplicar en cierto sentido al monólogo televisivo ya que, si bien se pretende enmuchas ocasiones un humor de corte intelectual, lo que no siempre se consigue, el hecho de salir por televisión lo convierte en algo popular. Llama la atención aquí la valoración que Gómez hace sobre el “humor zafio” de algunos monólogos, algo que parece más una valoración personal que un hecho objetivo, más relevante en un estudio que se supone sigue un método científico. Esto podría aparecer enlas conclusiones, pero es extraño en una explicación teórica. Por último están los lugares, que pueden ser comunes o propios y que son referencias que los monologuistas usan para ilustrar su discurso.
La disposición es el orden del discurso. La estructura clásica se basaba en el efecto del discurso sobre el público. Así, sería un orden creciente cuando los elementos más convincentes se dejan alfinal; decreciente cuando estos van al principio; y nestoriano cuando se combinan ambos. Siempre debe haber una conclusión, que pruebe el argumento sostenido por el orador. Es un buen detalle que se explique el origen del orden nestoriano; es una curiosidad que ayuda a entender el concepto y, a la vez, quita pesadez al texto.
La elocución tiene que ver con la relación emisor-receptor, que en el...