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¿Por qué nos gusta patinar?

Primero esquié. La sensación de libertad, de poder bajo los pies, de velocidad controlada con el simple equilibrio de mi cuerpo era maravillosa, pero dependía de unosdías concretos del año, del tiempo, y de pagar una cuota para que una energía externa me elevara por lugares que tardaría eras en recorrer si dependiera de mi mismo.

Entonces probé la consecuencialógica: el esquí de fondo. Si, te mueves por ti mismo, ya no necesitas a nadie. Pero las pistas están pensadas para gente que solo le gusta deslizarse, no conseguía la adrenalina de la velocidad.Además, seguía dependiendo de la estación del año, de la nieve, y de los circuitos habilitados (y aburridos).

Finalmente, el colgarme unos esquíes a la espalda y subir caminando y bajar esquiando me dióun poco de esa libertad que ansiaba. Una sola bajada, o un par, pero ganadas con tu esfuerzo, esfuerzo que al final tenía su recompensa en forma de explosión de adrenalina. Pero todavía no... todavíano, demasiadas restricciones.

Probé a correr. Por el campo, por la ciudad, por los parques... y aunque lo intenté, pronto descubrí que no era para mi. Esfuerzo, esfuerzo, esfuerzo... sin la másmínima recompensa que no fuera más esfuerzo. Necesito engañar a mi mente, darle alguna recompensa por ese esfuerzo. No solo el esfuerzo por el crecimiento de la resistencia, sino el esfuerzo paraconseguir algo que me guste, y si de paso consigo la resistencia, bienvenida sea.

También me metí en un gimnasio entre paredes blancas a hacer ejercicio, rodeado por tíos sudados que pretendían escondersus carencias a base de demostrar algo que todavía no he logrado entender. Huí de ahí como alma que lleva el diablo y todavía me horrorizo de recordarlo.

Probé patinar sobre hielo. La libertad demovimientos, la relación entre el esfuerzo realizado y la velocidad conseguida era parecido a lo que estaba buscando, pero ese estar encerrado en una zona acotada llena de gente no era para mi. Por...