Resumen Del Capitulo 16 Y 20 De Maria
En la tarde del mismo día se despidió de nosotros el doctor, después dedejar casi completamente restablecida a María. Yo sentía unalivio indecible
Entré a la habitación de ésta, luego que el médico y mi padre, que iba aacompañarlo en una legua de camino, se pusieron enmarcha.Había dejado ella caer la frente sobre el brazo en que se apoyaba y cuyamano estrechaba yo entre las mías, cuando oí en la pieza inmediata elruidode los ropajes de Emma, que se acercaba.Aquella noche a la hora de la cena estábamos en el comedor mis hermanas yyo esperando a mis padres, quetardaban más tiempo del acostumbrado.¡María amenazada de muerte; prometida así por recompensa a mi amor,mediante una ausencia terrible; prometidacon la condición de amarlamenos;
Capitulo 20
Mi madre y Emma salieron al corredor a recibirme. A poco rato se me llamóal comedor, y no tardéen acudir, porque allí esperaba encontrar a María;pero me engañé; y como le preguntase a mi madre por ella, me respondió:
-Como esos señoresvienen mañana, las muchachas están afanadas porquequeden muy bien hechos unos dulces; creo que han acabado ya y quevendrán ahora.Tenía yo abierta enla mano una cajilla de pistones cuando vi a María venir hacia mí trayéndome el café, que probó con la cucharilla antes de verme.Indecisa por unmomento, en su sonrisa había tal dulzura y tan amorosalanguidez en su mirada, que ya había ella desaparecido y aún la contemplaba yo extasiado.
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