resumen el señor presidente cap 13 y 14

La esposa de Genaro Rodas salió en busca del general al saber lo que Lucio Vásquez le conto a su marido. Golpeó la puerta, se desespero al ver que nadie le habría. Cansada de tocar empujo la puerta se encontró con la gran sorpresa de que todo estaba destruido, y que la Chabelona vagaba con el cráneo roto, como fantasma en busca de la señorita. Los vecinos se despertaban con la buena nuevadel día de fiesta y el humilde propósito de persignarse para que Dios les librara de los malos pensamientos u obras, contra el Presidente de la República.
L a Chabelona pensó que la Señorita Camila le estaba cubriendo los ojos. La música y la oscuridad de la ceguera que le vendaba los ojos, trajeron a su recuerdo la escuela y de su juventud. Pero el recuerdo se dislocaba al ver entrar a lacasa a un chorro de hombres, la esposa de Genaro Rodas, Niña Fedina, al ver a la sirvienta tirada en el patio y todo despedazado, huyó por las habitaciones llena de miedo. Al pie de la ventana encontró una carta escrita por el general para su hermano Juan. Le recomendaba que mirara por Camila. Pero Niña Fedina no la leyó toda parte porque la atormentaban los gritos de la Chabelona, que parecíansalir de todos lados. Al salir a la calle un oficial la apresó. La casa estaba llena de soldados. Lucio Vásquez, se quedo sin respirar al ver que agarraban a la esposa de Genaro Rodas, e l amigo a quien el calor de los tragos, le había contado la noche anterior, lo de la captura del general. Vásquez se reanimo con el pretexto del susto a acariciar a la Masacuata, pero esta como de costumbre nose dejo. Vásquez y la Masacuata discutían, mientras miraban a la calle por las rendijas de la puerta.
El Auditor de Guerra bajaba en aquel instante de un carricoche, a la captura del general. Vásquez y la Masacuata discutían de por qué él Auditor de Guerra estaba vestido de loro, y Vásquez dijo que vestía así porque de ahí iría donde el Presidente .el Auditor ordeno a un capitán, seguido de unpiquete de soldados, que entraran a la casa de Canales con el sable desenvainado en una mano y el revólver en la otra. Y a los pocos minutos, volvió el oficial con la cara descompuesta, descolorido, a dar parte al Auditor de lo que sucedía. ¿Qué, que se ha fugado?, ¿Qué han saqueado la casa?. La mirada del Auditor dividió como un rayo a Niña Fedina, la insulto y la encerró, pensando que ellatendría alguna información. El Auditor ordenó que se catearan todas las casas. Al vecino que tardaba en abrir la puerta le echaban patazos, cada casa era una regadera de ladrillos. Masacuata corrió a prevenir a Camila. Al no encontrar nada EL Auditor corrió al carricoche seguido de un oficial, estaciono el vehículo en una esquina. Vino una camilla cargada por cuatro hombres sucios, para llevar elcadáver de la Chabelona. Genaro Rodas, con la cabeza hecha un horno por la borrachera, sospechaba la fuga del general. Niña Fedina desesperada en la cárcel e indefensa sin poder hacer nada. El carricoche del Auditor de Guerra asomo a la esquina de la casa del licenciado Abel Carvajal, en el momento en que este salía del bolero, el auditor dejó el carruaje bamboleándose al saltar del estribo a medioandén. Carvajal había cerrado la puerta de su casa, cuando lo capturo el colega. Un piquete de soldados lo condujo por el centro de la calle, vestido con traje de ceremonia hasta la Segunda Sección de Policía. Derechito lo pasaron al calabozo en que seguían presos el estudiante y el sacristán. Las calles iban apareciendo junto con la claridad del alba y la frescura de abril. Por allí se oía laalborada en los días de fiesta nacional, sonaba la campana de la primera misa. El Presidente se dejaba ver, agradecido con el pueblo, lejos en el grupo de sus íntimos.
Los periodistas nacionales y extranjeros se relamían en presencia del redivivo Pericles, un escultor de santos se consideraba Fidias y sonreía poniendo los ojos en blancos, al oír que se gritaba en las calles el nombre del gobernante...