Resumen La ultima Guinda - José Rutilio Quezada

Obra: La última guinda
Ahora veo que Sabino quizás tuvo razón de señalarme: “tu mentalidad de burguesa jamás te abandonara no importa dónde te encuentres en lo geográfico o en lo ideológico”. A mi amado sabino loco hasta el final, enamorado de las frases pulidas. No me llamaba burguesa en serio, al menos en las últimas etapas de nuestro prolongado romance.
M avergüenza echar de menos lasrelativas comodidades del multifamiliar, cuando nuestro comandante se dice abandono una vida en verdad suntuosa. ¡Qué va! si vivir en una multifamiliar de la colonia Montserrat es casi como vivir en un mesón de varios pisos. a menudo mi mamá y yo pasábamos ratos duros el fin de mes para juntar dinero y pagar la cuota del instituto de vivienda urbana .Ocupábamos un apartamento en el segundo piso deledificio “N”, cuyas ventanas daban hacia las lomas hacia el griterío dominical del gran estadio. El futbol el deporte favorito del pueblo, que jamás me atrajo con su chusma de circo romano ¡Gol... Gol de el salvador… Gol! Dos cuartos pequeños servían de dormitorios, en uno de los cuales se acomodaba mamá en su catre de lona, que cambiaria después por un buen camastrón cuando las cosas mejoraran.Sobre el antiguo cofre de cedro mantenía siempre la foto de mi papá, que miraba fijo con aquellos ojos penetrantes e inquisitivos. En un rincón del dormitorio, el altar del corazón de Jesús, frente al que mi madre rezaba el rosario todas las noches, practica ala que me acostumbro a participar desde niña. Fue hasta que entre la universidad cuando comencé a hacerlo cada vez menos, poniendo, poniendocomo pretexto la tardanza del autobús ,las tareas, cualquier cosa .es que uno cambia, deja de ser una niña…Se comienza a ver la vida de otra forma …. “Aunque sea solo acompáñame al último misterio” -me decía, a veces procuraba complacerle, pero ponía tan poca devoción que al final se canso de invitarme. Ella manifestaba su frustración con alguna letanía. “al llegar a la universidad les quitan lafe… Mira, hija, nunca olvides llevar la oración de la santa cruz. Acordarte que uno podrá ser muy malo, pero siempre aunque sea en el último instante de la vida, se puede uno arrepentir y ganar la salvación. Bastara con decir Dios mío me arrepiento perdóname…” Pobre mi madre… después de pasar todo el día en el mercado central, en donde tenía su negocio de quesos, leche y mantequilla, aun guardabaenergías para tenerme lista la cena a mi regreso de la universidad. Se me había criado pobre, pero con dignidad, por lo que siempre me sentía diferente ala gentuza que vivía en los otros departamentos, gente sin consideración que mantenían sus radios a todo volumen escuchando todo el día canciones mexicanas. Cada vez se afirmaba en mi la determinación de que nuestro destino no sería el de terminarmuriendo en ese ambiente tan socialmente bajo a mis aspiraciones personales…La cena era para nosotros nuestro momento sagrado e invariablemente conversábamos a la sobremesa.
“No te vayas a andar metiendo en las manifestaciones de los estudiantes. Si vas a la universidad es para estudiar, a coronar tu carrera. La política déjasela a los revoltosos sin oficio, a los que les dicen estudiantesfósiles, que nunca se titulan. Ya ves lo que cuestan los libros la colegiatura, los pasajes del bus… yo te quiero ver echa doctora, qué tengas tu clínica que te cases bien. Tu papá que en paz descanse se va a sentir bien orgulloso cuando seas doctora. Sola en mi cuarto pensaba en papá, se me veía intensamente su recuerdo… Obrero en una fábrica de tejidos, miembro de la directiva del sindicato, siempreasistía a lo mítines de la oposición y las manifestaciones de los estudiantes. Osorio lo saco una vez para Guatemala y la policía de Lemus le seguía de cerca los pasos, bien recuerdo, tendría yo unos ocho años. Un día se le olvido traer agua para la casucha de lámina y cartón del tugurio en el cual habitábamos para irse a dar apoyo a la junta en el parque libertad. Mi madre tuvo que pagar al...