Resumen: Putnam, Robert D. “La Comunidad Próspera: El Capital Social Y La Vida Pública”

Los residentes en los guetos en Estados Unidos comparten un interés en que las calles sean más seguras, pero no hay acciones colectivas para controlar el crimen. El calentamiento global amenaza la vida humana, pero no existe una acción combinada para superar este riesgo.
En ambos casos estamos ante un dilema, la tragedia de los bienes comunes, la lógica de la acción colectiva, el dilema delprisionero. El fracaso en la cooperación para lograr un beneficio mutuo no implica ignorancia, irracionalidad o malevolencia. Todos estarían mejor si cooperasen, pero en ausencia de coordinación y de compromisos mutuos, todo el mundo opta por no cooperar.
¿Cómo pueden ser superados estos dilemas? Los científicos sociales han sugerido un diagnóstico que está en el concepto de capital social. Consisteen las características de la organización social, como las redes, normas y confianza, que facilitan la cooperación y coordinación en beneficio mutuo.
Trabajar juntos es más sencillo en una comunidad bendecida con una reserva sustancial de capital social. Una investigación en los gobiernos regionales en Italia en las últimas dos décadas sirven para ilustrarlo.
Desde los setenta, se establecieronen Italia veinte gobiernos regionales, virtualmente idénticos, pero con contextos políticos, económicos y culturales distintos. Algunos gobiernos resultaron ser fracasos, corruptos, lentos e ineficaces; otros han tenido un notable éxito, siendo eficientes y satisfaciendo a sus ciudadanos. ¿Cómo se explican esas diferencias? La mejor explicación es la existencia de fuertes tradiciones de compromisocívico (participación electoral, lectura de periódicos, participación en círculos literarios, clubes de fútbol, etc.).
Algunas regiones italianas, como Emilia-Romagna y Toscana tienen muchas organizaciones comunitarias activas, con ciudadanos comprometidos por una motivación de interés público y cada uno confía en que los demás actuarán correctamente. Las redes sociales y políticas estánorganizadas horizontalmente, estas comunidades valoran la solidaridad y la integridad. La democracia funciona.
En otras regiones, como Calabria o Sicilia, la vinculación con asociaciones sociales es exigua, los asuntos públicos son vistos por los ciudadanos como el trabajo de otras personas (i notabili, los jefes o los políticos). Casi todo el mundo está de acuerdo en que las leyes están hechas para serincumplidas, pero ante el temor de que los demás las incumplan, demandan una disciplina severa. Casi todos se sienten explotados e infelices.
Las raíces históricas la comunidad cívica son muy profundas, de hace casi mil años, cuando fueron establecidas repúblicas libres en Florencia, Bolonia o Génova (las que hoy tienen compromiso cívico y gobiernos exitosos). En el centro de esa herencia hayredes de reciprocidad y solidaridad (gremios, fraternidades religiosas, sociedades de ayuda mutua, etc.). No se volvieron cívicas porque eran ricas, se enriquecieron porque eran cívicas. El capital social parece ser una precondición para el desarrollo económico.
Las redes de compromiso cívico fomentan normas de reciprocidad generalizada, una sociedad basada en reciprocidad es más eficiente que unaplagada de desconfianza. Facilitan la coordinación y la comunicación y amplifican la información sobre lo dignos de confianza que son otros individuos. Cuando los acuerdos están imbricados en redes sociales se reducen los incentivos para el oportunismo y el engaño. Las tradiciones cívicas, además, proporcionan un repertorio de formas de cooperación disponibles para que los ciudadanos las utilicenen el futuro.
Como todos los demás capitales, el capital social es productivo: hace posible la consecución de fines que no serían alcanzables en su ausencia.
Las reservas de capital social, como la confianza, las normas y las redes, tienden a autorreforzarse y a ser acumulativas. Es un "recurso moral" cuyo suministro aumenta con el uso, en lugar de disminuir, y se agota si no es usado. Además,...