revolucion bolivia
A modo de introducciónLa revolución boliviana de 1952 no puede comprenderse, de más está decir, sin tener en cuenta susraíces históricas. Pero tampoco puedeentenderse sin tener en cuenta su presente: es que el presente ilumina el pasado, mostrando aspectos que entonces aparecían oscuros y conduciendo a nuevas interpretaciones. Es asícomo las nuevasexperiencias nacionalistas en América Latina, surgidas en el siglo XXI, serán de vital ayuda para enriquecer la conclusión fundamental de este trabajo: toda tentativa revolucionaria que se mantengadentro de loslímites del nacionalismo burgués (o sea, dentro del marco del capitalismo) está condenada alfracaso. La comprobación de esa conclusión implica que el trabajo no se detenga allí sino que, a su vez,yteniendo a Bolivia como expresión concentrada de los problemas históricos de América Latina (los recursosnaturales, la tierra para los campesinos, la independencia nacional), permita exponer cuál es lavíarevolucionaria que se presenta como alternativa superadora.Claro es que no intentaré presentar los argumentos como neutrales, simplemente porque es imposibleelevarse por sobre los actores endisputa: “el pasado, el conocimiento histórico pueden funcionar al serviciodel conservatismo o al servicio de las luchas populares. La historia penetra en la lucha de clases; jamás esneutral, jamáspermanece al margen de la contienda”
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. Sólo se conoce a través y en base a un punto de vista;el mío es el de los explotados, el de los que cuestionan y se oponen al poder de los explotadores. Desdeluego,esto no implica que todo sea relativo, o sea, que se consideren válidos todos los puntos de vista, puesel factible acercarse a la verdad (entendida como la posibilidad de conocer al objeto de estudio)a través deuna “revisión inteligente de los hechos a partir de un análisis correcto de los factores basados en laexperiencia”
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. Y para ello, se ha utilizado como herramienta el materialismo...
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