revolucion francesa frente a la revolucion americana
En este ensayo, analizaremos los conceptos de acción y de revolución en el contexto del pensamiento político de Hannah Arendt. Su concepción de lo político como espacio público de aparición donde los hombres actúan en común es una noción que los griegos nos han transmitido y que la filósofa judía utilizará para entender el conceptode “revolución” en el sentido moderno, como nuevo comienzo de la historia y fundación de la libertad. Estudiaremos las dos revoluciones que, para Arendt, han determinado el pensamiento político moderno y la historia moderna: la “Revolución francesa” y la “Revolución americana”.
En este ensayo, nos proponemos analizar el concepto “revolución” en Hannah Arendt en relación con su teoría de la“acción humana”, tal como la autora la plantea en su obra titulada La condición humana (1958). El concepto de revolución, utilizado para describir diferentes fenómenos históricos y sociales (Revolución industrial, científica, tecnológica, etc.), será estudiado en su sentido específicamente político, según es esbozado por Arendt en su análisis de las revoluciones modernas. En su obra Sobre larevolución, la filósofa se concentra en las dos revoluciones que han determinado el pensamiento político moderno y el sentido de la historia moderna: la francesa y la americana. A diferencia de las guerras, las revoluciones son propias de la Edad Moderna1, y por tanto, el concepto de “revolución”2 como lo absolutamente nuevo que irrumpe en la historia es clave y la pensadora lo aplica para definir elconcepto de libertad en un sentido moderno:
El concepto moderno de revolución, unido inextricablemente a la idea de que el curso de la historia comienza súbitamente de nuevo, que una historia totalmente nueva, ignota y no contada hasta entonces, está a punto de desplegarse, fue desconocido con anterioridad a las dos grandes revoluciones que se produjeron a finales del siglo xviii. Antes de que seenrolasen en lo que resultó ser una revolución, ninguno de sus actores tenía ni la más ligera idea de lo que iba a ser la trama del nuevo drama a representar […] Por lo que se refiere a su trama, se trataba, incuestionablemente, de la entrada en escena de la libertad: en 1793 cuatro años después del comienzo de la Revolución francesa, en una época en la que Robespierre todavía podía definirsu gobierno como el “despotismo de la libertad” sin miedo a ser acusado de espíritu paradójico, Condorcet expuso en forma resumida lo que todo el mundo sabía: “La palabra revolucionario puede aplicarse únicamente a las revoluciones cuyo objetivo es la libertad”. El hecho de que las revoluciones suponían el comienzo de una nueva era completamente nueva ya había sido oficialmente confirmadoanteriormente con el establecimiento del calendario revolucionario, en el cual el año de la ejecución del rey y de la proclamación de la república era considerado el año uno3.
En el sentido moderno, el concepto de revolución como nuevo comienzo de la historia de la humanidad a partir de un acontecimiento único y nunca visto antes, se ha asociado de manera inequívoca con la “Revolución francesa”,de tal forma que ésta se ha convertido en el modelo de todas las revoluciones modernas cuyo fin propuesto es la libertad y la emancipación; no obstante, la Revolución francesa no sólo dio lugar a una nueva “Declaración de Derechos”, sino que implicó la caída del “antiguo régimen”, es decir, una ruptura radical con el pasado y los valores de la tradición. Hannah Arendt se propondrá desmontar estemito de la Revolución francesa como inicio absoluto de la historia y de la modernidad.4 Según esta autora, la verdadera revolución es la que ocurrió en América, la Revolución americana de 1776, anterior a la francesa de 1789. Ambas revoluciones, como sostiene Habermas, se basan en el derecho natural (moderno)5; sin embargo, dieron lugar a interpretaciones muy diferentes de la historia y del...
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