Rodolfo Puiggrós

Rodolfo Puiggrós

Este autor no presenta una mirada positiva con respecto al caudillo bonaerense. Para Puiggrós, el caudillo, a diferencia de los primeros patriotas, no se interesó en lo más mínimopor atraer al país la técnica y la cultura europeas. Según él, las odiaba y repelía y no se interesaba en crear un mercado nacional. Explica que era un político chato, sin imaginación, apegado alatraso y prendido como un avaro a la aduana de Buenos Aires.
El autor resalta también que el caudillo bonaerense acentuó los localismos y antagonismos provinciales para mantener el predominio asfixiantede la provincia que gobernaba y que cerró las puertas del país a las inversiones productivas del capital extranjero.
El ideal político del caudillo bonaerense se reducía a eternizar la existenciapastoril en las campañas, produciendo así la paralización de las fuerzas productivas nacionales y en la intensificación de nuestra dependencia de la industria y el comercio europeos. Para el autorquedaban dos caminos: retroceder al nivel de vida más primitivo y reducir las necesidades a lo indispensable que producía la tierra o “imitar” a los europeos y subordinados a su industria y comercio. Tambiénpropone un tercer camino, que es el de apresurar la transformación del país hacia un nivel superior e impulsar su progreso económico, político y social, pero para esto era necesario ladesarticulación y caída del régimen de Juan Manuel de Rosas.

Abelardo Ramos

Este autor presenta una postura muy distinta a la de Puiggrós. Para Ramos, Rosas era un jefe militar de la campaña, protector de gauchosen desgracia, un diplomático sagaz que tenia un prestigio rural inmenso cuando subió al poder. Por otra parte, explica que la esencia de la política de Rosas sería defender los intereses globales dela provincia de Buenos Aires. También dice Ramos, que Rosas tenía el apoyo unánime de todas las fuerzas bonaerenses: del pueblo rural, de los artesanos urbanos y de los estancieros. También dice que...