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La industria alimentaria española está sufriendo los embates de la crisis con especial
intensidad debido a la depresión del consumo interno. Las grandes compañías del
sector, incluidas laslíderes, no se han librado del problema. Pero las dificultades no se
deben solamente a la recesión. A ellas se han unido errores de gestión y
complicaciones por operaciones corporativas de alcance.Campofrío es una de las corporaciones que está sufriendo incertidumbres importantes
a pesar de contar con un modelo de negocio bien diseñado. Con una facturación
rayana en los 2000 millones de euros en 2012y una deuda controlada por debajo de
los 500 millones, el origen de los problemas reside aquí en la elevada presencia en su
accionariado de la multinacional estadounidense Smithfield Foods y elfondo Oaktree,
primer y segundo accionista con el 36,99% y el 24% del capital. A pesar de ser una
empresa controlada tradicionalmente por la familia Ballvé, fundadora de Campofrío
hace 60 años y ahoratercer accionista con el 13% del capital, las dudas han crecido
tras un cambio en la propiedad de Smithfield con la OPA lanzada por el gigante cárnico
chino Shuanghui y la posibilidad de que lanceuna OPA por el 100% de Campofrío y
remodele su estrategia.
Pescanova es otra empresa familiar del sector sumida en serias complicaciones. En
este caso el origen parece estar en una estrategia decrecimiento fuertemente
apalancada, que la ha llevado a ser la tercera del mundo en su negocio tradicional
(pescado congelado) pero también a un gigantesco volumen de deuda (superior a los
3000millones de euros) que se ha cuadruplicado sólo entre 2010 y 2012, y que la ha
colocado en nuevas actividades como la acuicultura que no han producido los
resultados esperados. Un apalancamientofinanciero desmesurado para una firma cuya
facturación alcanzó en 2012 los 1149 millones de euros, de los cuales sólo 388
provenían de la explotación de acuicultura. Una gestión plagada de errores y...