Romeo y Julieta
Fray Lorenzo: - Pero ¡Dios mío! ¿Qué sangre es esta en las gradas del monumento? ¿Qué espadas éstas sindueño, y tintas todavía de sangre? (Entra en el sepulcro) ¡Romeo! ¡Pálido está como la muerte! ¡Paris cubierto de sangre!… La doncella se mueve. (Despierta Julieta)
Julieta :- Padre, ¿dónde estámi esposo? Ya recuerdo dónde debía yo estar y allí estoy. Pero ¿dónde está Romeo, padre mío?
Fray Lorenzo:- Oigo ruido. Deja tú pronto este foco de infección, ese lecho de fingida muerte.La suprema voluntad de Dios ha venido a desbaratar mis planes. Sígueme. Tu esposo yace muerto a tu lado, y Paris muerto también. Sígueme a un devoto convento y nada más me digas, porque la gente seacerca. Sígueme, Julieta, que no podemos detenernos aquí.
Julieta :- ¡Vete, márchate de aquí, pues yo no me moveré! (Sale Fray Lorenzo) ¡Esposo mío! Más ¿qué veo? Una copa tiene en las manos.Con veneno ha apresurado su muerte. ¡Cruel! No me dejó ni una gota que beber. Pero besaré tus labios que quizá contienen algún resabio del veneno. Él me matará y me salvará. (Besándole) ¡Tus labiosestán calientes todavía!
Guardia 1° :- ¡Guíanos, muchacho! ¿Por dónde?
Julieta :- Oigo ruido ¡Seamos breves entonces! (Cogiendo la daga de Romeo) ¡Oh daga bienhechora!...
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