Ronald

Capitulo 4

Un desenlace trágico


La luz del sol comenzaba a cambiar de tono a la vez que el ocaso llegaba sobre avalar, en la aldea de los guepardos varias fogatas de gran tamaño se encendían brindando luz y calor a sus habitantes, Cynder diviso las fogatas primero desde las alturas y le aviso a cazador quien corría ágilmente por el suelo, atravesando los ríos los dos viajeros rápidamentellegaron a la aldea a finalizar sus asuntos


Al mismo tiempo Spyro se reunía junto a Ignitus en el templo dragón luego de varias horas de viaje, Spyro caminaba intrigado tras el guardián del fuego el cual llevo a Spyro entre varias habitaciones en un laberíntico camino hacia los aposentos del guardián

Ignitus: a ver, donde lo había puesto? –hablando para si mismo

El dragón ígneo comenzóa rebuscar entre libros viejos, sacando el polvo de peculiares instrumentos hasta dar con una peculiar cajita de madera adornada y cubierta de polvo la cual tomo con una garra y volvió con Spyro

Spyro: hmm, ¿que es? –pregunta mirando intrigado la caja que el dragón mayor llevaba

Ignitus: es una alianza… una muy especial –se acerca abriendo la caja a los ojos de Spyro

Dentro de esta sereflejaron en los ojos de Spyro dos anillos, ambos hechos de oro sólido en los cuales brillaban unas tenues runas de un color naranja, los anillos eran casi idénticos diferenciados solo por las runas que poseían, Spyro tomo la caja entre maravillado e intrigado por los anillos y luego miro a Ignitus

Ignitus: estos anillos representan un lazo, uno que puede superar las barreras de la muerte,quienes lleven estos anillos no habrá distancia que los separe ni obstáculos demasiado grandes para ellos –dice a la vez que miraba a Spyro

Spyro: y… funcionan? –pregunta un poco escéptico

Ignitus: je… quizás –dice riendo- la verdad nunca los he probado personalmente, pero he escuchado de buena mano que funcionan

Spyro: ¿y por que me lo das? Son muy valiosos –pregunta decidiendo si aceptar elregalo

Ignitus: oh Spyro… yo ya no tengo a nadie con quien compartirlos, en cambio esta es tu oportunidad, considéralos un regalo de mi parte para ti y para Cynder –le dice mirándolo sonriente

Spyro: muchas, muchas gracias Ignitus –le agradece Spyro y se acerca abrazando su pata cariñosamente

Ignitus: de nada joven dragón… úsalos bien –le responde pasando una de sus alas cubriendo a Spyroen un abrazo





Las lunas hacían su presencia en la bóveda celeste acompañadas por las estrellas, Cynder emprendía su camino de vuelta hacia colmillo de guerra disfrutando en su cara el fresco aire de la noche, la dragona volaba ágilmente entre las corrientes de aire de baja altura con la intención de llegar mas rápido a su destino, en donde pacientemente esperaría el regreso de su amado,sus escamas se humedecían con el frío rocío que levantaban las cascadas que chocaba contra Cynder en una suave llovizna, detrás de si dejaba la aldea de cazadores y se adentraba en el bosque encantado.

Cynder no podía evitar preguntarse a que se debía el origen de su nombre, había escuchado de vez en cuando que algunas noches podían escucharse voces en el bosque solitario y dragones que habíandesaparecido en ellos pero Cynder permanecía escéptica, quizás solo eran viajeros que confundían los soplidos del viento entre las ramas, Cynder sintió la tentación de descender y disfrutar un momento de la vista pero sabia que su destino estaba mas adelante.

Sin embargo algo la atraía a bajar, sentía como cada fibra de su ser deseaba bajar al bello bosque y descansar un rato sobre la hierba,sus parpados se sentían pesados y por alguna extraña razón sentía un fuerte cansancio en sus alas, sin darse cuenta Cynder fue descendiendo poco a poco, atraída hipnóticamente por el aroma del bosque y sus brillantes colores bajo la luna, pensaba que tenia que seguir… sabia que tenia que seguir, algo estaba mal pero Cynder no sabia que era… su mente se nublaba y ya no podía pensar claramente,...