Saccomano

Páginas: 7 (1714 palabras) Publicado: 24 de septiembre de 2012
Por José Pablo Feinmann
¿Se acuerdan de esa frase arltiana sobre la prepotencia del trabajo? Guille Saccomanno es de esa clase de tipos. Trabaja duro. Piensa, lee y escribe sin mayores distracciones. Es terco. Le gusta eso y lo hace. Es terco: lo que no le gusta, lo dice. Es terco: raro que cambie lo que piensa. Hay núcleos muy duros en su sistema de ideas. La elite y la vanguardia siemprepresumen de algo, nunca lo son. Si a algún estrato ontológico pertenecen es al de la vacuidad, la arrogancia, el desdén, el círculo de los elegidos y el círculo de los excluidos. Guille siempre fue un excluido. Empezó mal. Como guionista de historietas. Le llevó años sacudirse esa cruz. ¿Cómo va a ser un escritor un tipo que empezó escribiendo historietas? Uno que admira a Oesterheld. Que si no esperonista, por ahí le anda. Que habla del pueblo, del hambre, de la explotación, del bombardeo del 16 de junio, que detesta a Victoria Ocampo, que dice que no puede separar al Borges escritor del Borges hombre, que firma solicitadas, que se fue a Neuquén a trabajar con una comisión interna de obreros, que escribió sobre el penal de Ushuaia indignado porque lo transforman en un shopping, que no come enrestaurantes caros, que gana la plata justa y no se preocupa por ganar más, a ver, contesten: ¿qué clase de tipo es ése? Un populista, por supuesto.
Además, nació marcado con el desdén olímpico de la diosa de la academia del ’80. En el ’84 publica su primera novela. Se llama: Prohibido escupir sangre. Insólitamente, la profesora Sarlo se detiene un instante en ella. Sólo una columna y media. Nola trata bien. Mala suerte, Guille. Días atrás ando por una librería y veo un libro gordito de la profesora Sarlo. Me asombro: ¿desde cuándo escribe libros voluminosos? Porque esta gente suele escribir libros escuetos o simplemente junta textos de otros, les escribe un prólogo y pone, en grandes letras, su nombre, como si todo el libro fuera suyo y no el escaso prólogo. Son antólogos. O escribencuando reciben grandes becas. Sin becas, no escriben. ¿Dónde está el gran tratado de Portantiero sobre filosofía política? ¿Dónde está el gran libro de Terán sobre el pensamiento argentino? ¿Dónde está el gran libro de Sarlo sobre teoría crítica? ¿Dónde está su tratado esencial sobre crítica literaria o aun su historia de la literatura argentina? Como la que hizo Martín Prieto, por ejemplo. Que sesentó y escribió 550 páginas. O lo que hizo Daniel Link, que tomó sus clases y las reescribió con tanto rigor que valen lo que vale un libro. La academia seca. Se vive la tentación del paper. De las becas. De que con las clases alcanza. De que escribir implica un trabajo duro que no quieren afrontar o para el que no están dotados, porque –de estarlo– no les costaría tanto, no les requeriría elsufrimiento. Pero algo saben: saben juntarse, hacer lobby, rodear a ciertos editores axiales, estar donde hay que estar. En la última Feria del Libro entre mi La filosofía y el barro de la historia (814 páginas todas escritas por mí) y unas desgrabaciones de clases de Oscar Terán que hicieron sus alumnos, premiaron a Terán. Que acababa de morirse, es cierto. Pero no era por eso. Es por algo que unonunca alcanza a explicarse. Tengo treinta libros publicados. En la Feria del Libro nunca me dieron ese premiecito que dan. Me dijeron que siempre hay dos o tres chicas de Puán que deciden la cosa. A favor mío, nunca. Y bueno, que se lo guarden.
Hasta que un día –en su nombre y en el de muchos otros– Saccomanno se enojó y embistió contra la profesora de las exclusiones condenatorias. Guille loquiso mucho a Soriano, de quien, según parece, se rieron por esos pagos cuando confesó que había llegado hasta tercer año del secundario. Fue una polémica dura. No sé si Guille salió ganador porque la bronca acumulada era mucha y tal vez en algún punto se le notó. La profesora Sarlo es una experta en utilizar algo que señala como su miedo para resolver estas situaciones. Veamos cómo funciona este...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Guillermo Saccomano (El Oficinista)
  • Un Maestro De Guillermo Saccomano
  • resumen libro un maestro de guillermo saccomano

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS