saldo rojo en educacion

Saldo Rojo

Crisis en la Educación Superior
Constanza Cubillos Reyes
Santa Fe de Bogotá: Planeta, 1998. 446 págs.
Harvey Gómez*
La pasada Feria Internacional del
Libro realizada en Santa Fe de Bogotá fue escenario de exposición de
las más destacadas publicaciones en
el ámbito nacional e hispanoamericano. Al cierre de la feria una de las
publicaciones más vendidas fue el
texto enmención.
Su autora, graduada en comunicación
social con énfasis en periodismo de
la Pontificia Universidad Javeriana,
intenta hacer una aproximación de
la situación crítica que la educación
superior ha enfrentado a partir de la
implementación de la Ley 30 de 1992
y más aún la tergiversación del tan
connotado Artículo 3 de dicha ley,
que establece la autonomía de las instituciones de educaciónsuperior.
En esta búsqueda de la "verdad" la
periodista se plantea en su quehacer, identificar algunos puntos de
referencia que le permiten estructurar el libro en once capítulos. En
el aparte País de Miopes describe de
forma acertada la poca importancia
que para los gobiernos de turno ha
tenido el tema de la educación; y lo
poco que se ha implementado en
política educativa se haenfatizado
en realizar inversión en el nivel de
educación primaria y secundaria
como respuesta a las políticas im-

* Licenciado en Ciencias Sociales de la
Universidad Distrital FJDC.

R e s e ñ a

partidas por organizaciones internacionales para erradicar el analfabetismo. En este sentido "la educación
superior no es prioridad del Estado"
(palabras
transcritas
de
una
entrevista realizada aLuis Enrique
Orozco, Coordinador del Consejo
Nacional de Acreditación y miembro de la Comisión Presidencial para
el Desarrollo de la Educación Superior). Expresa que el sistema educativo colombiano está desarticulado, en donde cada ciclo educativo
funciona con políticas de desarrollo
independientes y no aporta una
visión de continuidad en el proceso
formativo. Los gobiernos de turno
nodan la importancia requerida a la
educación para hacer de ella la
columna vertebral de desarrollo que
requiere la nación.

El hilo conductor de los siguientes
capítulos son las consecuencias que
ha acarreado las inadecuadas interpretaciones de la Ley 30, referentes
al tema de la autonomía, la participación y la definición como servicio
público de la educación superior.
Esta situación haoriginado, según
los especialistas entrevistados por la
autora del libro, la proliferación de
establecimientos de baja calidad,
con programas desarticulados y
descontextualizados que en la
mayoría de los casos están en
contravía de las necesidades reales
de la sociedad colombiana. Frente al
problema de la autonomía la autora
rescata el concepto de autoridades
administrativas que afirman:"la
autonomía no se concede, se gana
cuando la institución ajena a su
fundamento filosófico, fortalece a la
sociedad y al saber, aportando
personas que trasciendan su propia
formación, educados en el tríptico
de las ciencias, las artes y la ética"
(pág. 49).
Las diversas posiciones encontradas
en el libro contribuyen en gran medida a visualizar la crisis en la educación superior,apoyándose en académicos como José Luis Villaveces,
Guillermo Páramo, Gerardo Arango, Víctor Manuel Gómez, Luis
Enrique Orozco, entre otros, que
aseguran: la legislación a partir del
Decreto 80 de 1980 hasta la actual
Ley 30 de 1992 no ha sido clara,

67

permitiendo una gran diversidad de
interpretaciones. En consecuencia
ha originado que un alto porcentaje
de instituciones (especialmenteaquellas que ofrecen programas técnicos y tecnológicos), reorienten su
visión y misión buscando afanosamente convertirse en universidades,
o por lo menos, ofrecer programas
de educación superior sin cumplir
los requerimientos mínimos para
brindar una educación de calidad.
La pregunta a responder es ¿por qué
estas instituciones quieren ser universidades? La respuesta a este interrogante...