semipresidencialismo













































































Introducción

Hay un tema interesantísimo en un rincón olvidado, donde ha estado escondido por muchos años; es un sistema de gobierno híbrido, ni presidencial, ni parlamentario, también denominado sistema de gobierno mixto o de ejecutivo dual.Desde el congreso sobre el tema, organizado por Duverger1 y celebrado en París en 1986, se han dado pocas aportaciones novedosas; en cambio, a pesar del desinterés de los estudiosos el modelo se ha ido extendiendo, apareciendo actualmente recogido en los textos constitucionales de Angola, Austria, Colombia, Egipto, Finlandia, Francia, Guatemala, Haití, Irán, Irlanda, Islandia, Perú2, Polonia,Portugal, Rumania y Sri Lanka, Lo primero que salta a la vista al leer esta relación es la disparidad evidente entre todos estos sistemas políticos e incluso la evidencia de que la gran mayoría de ellos no son ni siquiera democráticos3, y por lógica tampoco semipresidenciales.
Antes de pasar a analizar de manera explícita nuestra realidad nacional, tenemos que hacer dos cosas fundamentales, primero,debemos explicar como es que esta figura aparece en el plano mundial y segundo vamos a explicar como se ha ido desarrollando esta figura en el resto del mundo, para luego finalmente explicar la realidad peruana, culminando esta pequeña investigación con las conclusiones que humildemente el autor ha podido rescatar de la investigación realizada.








Primera Parte
El Presidencialismocontra El Parlamentarismo.
"Todos los países deben preservar un conjunto de instituciones que permitan a un pequeño grupo de hombres políticos tomar decisiones que revistan un carácter obligatorio para la sociedad entera"4. En el marco institucional de los sistemas políticos, tradicionalmente se han distinguido dos formas de conjugar las instituciones en orden al diseño de un gobierno democrático:el presidencialismo y el parlamentarismo. Es decir, se ha optado o por una rígida separación de poderes, prácticamente sin conexiones entre el Parlamento y el Gobierno; o por interconectar el funcionamiento institucional, a partir de la existencia de un gobierno elegido por el Parlamento y responsable ante éste, pero que, a su vez, tiene la potestad de disolverlo.
El parlamentarismo, formapredominante en las democracias bien constituidas de fines del siglo XX, reposa sobre la idea de una sola expresión de la voluntad general mediante sufragio universal: las elecciones generales. Estos comicios conforman, mediante elección popular, el poder legislativo y, vinculado a éste, el gobierno del país. En las democracias parlamentarias el gobierno nace de la confianza del Parlamento, y de esaconcepción surge el vínculo de la responsabilidad política.
El régimen presidencialista, sin embargo, es "dualista"; en él la voluntad popular se expresa en momentos distintos (aunque en nuestro país se den el mismo día) y de modo diferente, mediante elecciones legislativas y elecciones presidenciales. El presidencialismo comporta pues dos consultas electorales, una para configurar el Parlamento,que en nuestro caso particular lo llamamos Congreso y la otra el poder ejecutivo; ello implica ausencia de responsabilidad de éste ante el Parlamento. El presidencialismo se caracteriza, como es sabido, por una nítida división entre los poderes legislativo y ejecutivo.
Lijphart entiende que el presidencialismo es condensable en tres palabras: "presidencialismo anuncia mayoritarismo", entendiendopor tal una concentración del poder político en manos de la mayoría. Esta linea de razonamiento le llevará a concluir que el presidencialismo es inferior al parlamentarismo (al margen de si el presidente es políticamente fuerte o débil). En el primer caso, el sistema tenderá a ser demasiado mayoritario; en el segundo caso el mayoritarismo no es remplazado por consenso, sino por conflicto,...