siglo XVIII historia de españa
1.
¿Cuál fue la actitud de Fernando VII durante su reclusión en Valençay?
La noche del 18 de Marzo de 1808 se produjo, en el palacio de Aranjuez, donde
se encontraba la familia real, un motín (el Motín de Aranjuez) impulsado por Fernando
VII y apoyado por los ilustrados, la Iglesia, la nobleza y el pueblo, descontentos con
Godoy, que perseguía el objetivo de destituir al favorito y de obligar a Carlos IV a
abdicar. Y así fue. En consecuencia, Fernando VII fue proclamado rey de España,
quien convencido por los franceses, sus aliados, que se hallaban en el reino español,
fue llamado junto con su padre a Bayona, donde, sin presionarlos, Napoleón consiguió la abdicación de Fernando VII
en Carlos IV, quien había firmado un tratado con Napoleón en
el cual le cedía a este el trono, que más tarde nombró rey a
José I, su hermano. Así fue como Napoleón se apoderó de
España, y mandó presos a Valençay
,
un municipio francés,
situado en el departamento francés del Indre, a Fernando VII,
junto con su hermano Carlos María Isidro y su tío Antonio,
quienes habían renunciado a cualquier derecho sobre el reino
español.
Fernando VII, durante su reclusión en Valençay, al margen de la situación de
ocupación en España a manos de los franceses, había desarrollado una especial
simpatía por Napoleón, que, al fin y al cabo, no era más que adulación por
conveniencia: le decía que alaba hasta el punto de pedirle que lo lo considerase como
hijo adoptivo, y de ofrecerle su completa obediencia y sumisión (pág. 57, cita 10), quizá
porque existía el rumor de que su verdadero padre era un fraile del Escorial, y no
Carlos IV, y siendo hijo (o al menos ahijado) de Napoleón conseguiría un mayor
respeto y reconocimiento, o simplemente porque tener un buen trato con el emperador
de buena parte de Europa resultaría útil en el futuro. Por eso no opuso resistencia a
permanecer en Valençay, es más, lo aceptó y durante su estancia se ofreció voluntario
para muchas tareas en favor de Napoleón, a quien escribió cartas en que, entre otras cosas, pedía ir a París, donde se cree que habría dado un discurso para apoyarlo. Este
comportamiento demuestra lo miserable y falso que fue Fernando VII, quien ensalzaba
a los que se habían apoderado de su patria, los franceses, enviando cartas a
Napoleón, pero en el fondo apoyaba al pueblo, ya que creo una serie de juntas de gobierno, alternativas al mandato de los Bonaparte.
2.
Argumenta la frase de la pág. 66: “La Guerra de Independencia es, por
encima de todo, una guerra del pueblo”.
La Guerra de Independencia fue una guerra de liberación nacional, de lucha contra el
invasor, al igual que las demás guerras europeas antinapoleónicas, en las que los
países invadidos se resistían ante la toma de poder de los franceses, a quienes no
aceptaban como compatriotas. Fue una guerra de amplia participación popular, ya que
el pueblo, impregnado de emoción por la destitución de Godoy tras el Motín de
Aranjuez, por la subida al trono de Fernando VII, y unido por el rechazo francés, creó
un clima de agitación prerrevolucionaria (pág 60, cita 2), que estalló el 2 de Mayo en
Madrid con un levantamiento popular contra los franceses improvisado (sin armas por
parte de España), donde, por ejemplo, las señoras se ponían en sus balcones y
lanzaban macetas a los franceses y a su caballería (pág. 62, cita 3). Sin embargo los
franceses tomaron grandes represalias contra los españoles ...
Regístrate para leer el documento completo.