sociología de la sexualidad en españa
Páginas: 69 (17044 palabras)
Publicado: 9 de diciembre de 2014
LA SOCIOLOGÍA DE LA SEXUALIDAD
EN ESPAÑA:
NOTAS INTRODUCTORIAS #
"Yo me entregué a mi marido por él (el hijo),
y me sigo entregando por ver si llega, pero nunca
por divertirme."
Federico GARCÍA LORCA: Yerma, acto l.o cuadro 2.o
J. Iglesias de Ussel
En el pórtico de una conocida e influyente obra aparecida hace veinte años
—me refiero a la Sociología de la sexualidad, de HelmuntSchelsky, cuya primera
edición es de 1962— se pudo escribir: «Hasta no hace mucho tiempo, hablar o
escribir sobre temas sexuales con destino a un público muy amplio se contaba
entre aquellas cosas consideradas impropias para un profano y lícitas para el
hombre de ciencia sólo en casos excepcionales» x.
Nada hace pensar que estas añejas tendencias hayan desaparecido por completo. Aún hoy puedeverse con frecuencia que aquellos autores que prestan atención al estudio de las relaciones sexuales inicien sus obras justificando, precisamente, el abordar tal materia 2. Recordarlo ahora, me evita incidir una vez más
en tan habitual práctica.
Por ello no es extraño que la sexualidad, las más de las veces, haya sido objeto
tan sólo de chistes o condenas a los demás, pero no de estudio riguroso:«Probablemente ninguna otra área de las ciencias sociales tiene unos ascendientes tan
pobres como el estudio de las relaciones sexuales humanas. El estudio en esta área
ha sido entorpecido por actitudes emocionales y paralizado por invectivas mora* Con algunos retoques de estilo y la inclusión de las correspondientes referencias
bibliográficas, el presente texto recoge sustancialmente miintervención en el Simposio
Internacional de Sexologia, organizado por la Sociedad Andaluza de Sexologia, celebrado en noviembre de 1982, en Granada.
1
H. SCHELSKY, Sociología de la sexualidad, Buenos Aires: Nueva Visión, 1962, p. 7.
2
Véanse, por ejemplo, las referencias y aclaraciones de M. HUNT, La conducta sexual, hoy, Barcelona: Edhasa, 1978, págs. 9-11.
21/83 pp. 103-133
JULIOIGLESIAS DE VSSEL
listas. Así como se ha tardado años en conseguir una objetividad en el estudio de
los problemas laborales y de las relaciones sociales, igualmente se ha tardado,
incluso más, en estudiar imparcialmente el área del sexo. Sobran dedos en las dos
manos para contar el número de investigaciones imparciales y objetivas llevadas
a cabo en esta esfera» \
Por supuesto, se dandificultades peculiares para examinar con rigor este área.
El propio Malinowski aludió al tema, señalando: «A medida que el etnógrafo se
aleja de las grandes y bien definidas instituciones fundamentales, tales como la
familia, matrimonio, la organización del parentesco, las clases, la exogamia, las
reglas del noviazgo, para abordar los múltiples detalles de la vida personal, sus
métodos de observaciónse hacen más complejos y menos seguros los resultados
obtenidos (...). La observación directa es difícil siempre que se trate de estudiar
la atracción sexual y el desarrollo de una pasión y hasta es imposible a menudo,
y en gran parte se ve uno obligado a contentarse con lo que las confidencias y la
chismografía le enseñan» 4.
Ello explica que a la hora de buscar precedentes intelectuales enel estudio
sociológico de la sexualidad, pocos son los autores que pueden citarse y escasa la
atención que, en general, al tema dedicaron. Fourier, Engels, Simmel, Freud, Malinowski, Reich, Marcuse5, constituyen, sin duda, algunas de las figuras más señeras
al respecto.
Y, sin embargo, la sexualidad ha ocupado obviamente un lugar central en las
preocupaciones y en la vida cotidiana delciudadano. Como ha escrito un perspicaz
historiador, Bartolomé Bennassar, refiriéndose a la sociedad española: «Sólo un
hecho parece indubitable: la vida amorosa, y más concretamente la sexual, interesan en el más alto grado a los españoles, y esto fue siempre cierto desde el siglo xvi» 6.
3
I. L. REISS, "Introducción", en Hacia una sexualidad racional, Barcelona: Fontanella,
1969, p. 7.
4
B....
EN ESPAÑA:
NOTAS INTRODUCTORIAS #
"Yo me entregué a mi marido por él (el hijo),
y me sigo entregando por ver si llega, pero nunca
por divertirme."
Federico GARCÍA LORCA: Yerma, acto l.o cuadro 2.o
J. Iglesias de Ussel
En el pórtico de una conocida e influyente obra aparecida hace veinte años
—me refiero a la Sociología de la sexualidad, de HelmuntSchelsky, cuya primera
edición es de 1962— se pudo escribir: «Hasta no hace mucho tiempo, hablar o
escribir sobre temas sexuales con destino a un público muy amplio se contaba
entre aquellas cosas consideradas impropias para un profano y lícitas para el
hombre de ciencia sólo en casos excepcionales» x.
Nada hace pensar que estas añejas tendencias hayan desaparecido por completo. Aún hoy puedeverse con frecuencia que aquellos autores que prestan atención al estudio de las relaciones sexuales inicien sus obras justificando, precisamente, el abordar tal materia 2. Recordarlo ahora, me evita incidir una vez más
en tan habitual práctica.
Por ello no es extraño que la sexualidad, las más de las veces, haya sido objeto
tan sólo de chistes o condenas a los demás, pero no de estudio riguroso:«Probablemente ninguna otra área de las ciencias sociales tiene unos ascendientes tan
pobres como el estudio de las relaciones sexuales humanas. El estudio en esta área
ha sido entorpecido por actitudes emocionales y paralizado por invectivas mora* Con algunos retoques de estilo y la inclusión de las correspondientes referencias
bibliográficas, el presente texto recoge sustancialmente miintervención en el Simposio
Internacional de Sexologia, organizado por la Sociedad Andaluza de Sexologia, celebrado en noviembre de 1982, en Granada.
1
H. SCHELSKY, Sociología de la sexualidad, Buenos Aires: Nueva Visión, 1962, p. 7.
2
Véanse, por ejemplo, las referencias y aclaraciones de M. HUNT, La conducta sexual, hoy, Barcelona: Edhasa, 1978, págs. 9-11.
21/83 pp. 103-133
JULIOIGLESIAS DE VSSEL
listas. Así como se ha tardado años en conseguir una objetividad en el estudio de
los problemas laborales y de las relaciones sociales, igualmente se ha tardado,
incluso más, en estudiar imparcialmente el área del sexo. Sobran dedos en las dos
manos para contar el número de investigaciones imparciales y objetivas llevadas
a cabo en esta esfera» \
Por supuesto, se dandificultades peculiares para examinar con rigor este área.
El propio Malinowski aludió al tema, señalando: «A medida que el etnógrafo se
aleja de las grandes y bien definidas instituciones fundamentales, tales como la
familia, matrimonio, la organización del parentesco, las clases, la exogamia, las
reglas del noviazgo, para abordar los múltiples detalles de la vida personal, sus
métodos de observaciónse hacen más complejos y menos seguros los resultados
obtenidos (...). La observación directa es difícil siempre que se trate de estudiar
la atracción sexual y el desarrollo de una pasión y hasta es imposible a menudo,
y en gran parte se ve uno obligado a contentarse con lo que las confidencias y la
chismografía le enseñan» 4.
Ello explica que a la hora de buscar precedentes intelectuales enel estudio
sociológico de la sexualidad, pocos son los autores que pueden citarse y escasa la
atención que, en general, al tema dedicaron. Fourier, Engels, Simmel, Freud, Malinowski, Reich, Marcuse5, constituyen, sin duda, algunas de las figuras más señeras
al respecto.
Y, sin embargo, la sexualidad ha ocupado obviamente un lugar central en las
preocupaciones y en la vida cotidiana delciudadano. Como ha escrito un perspicaz
historiador, Bartolomé Bennassar, refiriéndose a la sociedad española: «Sólo un
hecho parece indubitable: la vida amorosa, y más concretamente la sexual, interesan en el más alto grado a los españoles, y esto fue siempre cierto desde el siglo xvi» 6.
3
I. L. REISS, "Introducción", en Hacia una sexualidad racional, Barcelona: Fontanella,
1969, p. 7.
4
B....
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.