Somos lo que creemos
En una discusión quien domina el lenguaje de la lengua y del cerebro controla el mensaje y gana el debate. Si no desea que su interlocutor piense en elelefante, no le diga “no pienses en el elefante”, apartalo del discurso para no crear esa imagen.
Antes de hablar esclarece su objetivo. Sabe que la mente no procesa en negativo, yque al decirle “no pienses en un elefante”, necesitará antes imaginarlo para poder entender.
Por eso no se dice no, porque produciría el efecto contrario, así como pedir que “no fumes” generael deseo de fumar. Lo ideal es expresar la intención en positivo: “Quiero respirar aire puro”. Este mensaje envía una señal precisa al cerebro. Somos lo que creemos y recordamos. Para influir sobrealguien hay que obtener información. Muchos hablan tanto que no pueden escuchar, ni sintonizarse con su interlocutor. Sin eso la tierra no es fértil, la semilla se desperdicia y la cosecha será pobre.
Hay que concentrar la atención en el otro y en su entorno, y convertirse luego en su espejo como si los dos fuesen uno. Debe empezar el discurso con una verdad que el otro acepte. Lascreencias son complejas, pero siempre hay un mínimo en el que se puede acordar.
Si una persona hizo o cree en algo lo puede repetir. Hay que intentar que reviva sus mejores momentos, para que seancle a los mismos y se sienta bien. Si alguien tomó la decisión de comprar un producto similar en el pasado, averiguando los “pasos mentales” y el criterio de compra; se puede ordenar la exposición...
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