Sor Juana Ovillejos

La influencia del petrarquismo en Sor Juana
En la tradición cortesana el poeta controlaba la inmaculadidad de la dama la cual era la personificación de la belleza perfecta y la fuente divina de la inspiración del hombre (Johnson 65). Para describir la belleza de la dama inaccesible y convencerla de que la pasión sentida por el amante era monumental los poetas de Europa del siglo dieciséishasta principios del dieciocho utilizaron en la lírica cortesana la estética petrarquista propuesta por el poeta italiano del siglo XIV, Francesco Petrarca. Es a través de Petrarca que se fijan las metáforas del canon medieval de cómo se va a describir a la dama amada, éstas eran: cabello rubio como oro, dientes como perlas, la frente como el cielo, cejas como arcos, ojos como luceros, mejillas comorosas, piel como la nieve y la boca como el coral (Tenorio 8-9). El propósito de este trabajo es analizar “El pintar de Lisarda la belleza” ovillejo escrito por Sor Juana Inés de la Cruz en el cual la autora rechaza la estética petrarquista con el fin de criticar las metáforas desgastadas de la época y así crear un retrato de mayor fidelidad a la imagen de la mujer.
El período de laContrarreforma dio impulso al arte poético de la pintura del retrato descriptivo que formaba parte de la lírica amorosa y cortesana (Sabat de Rivers 208). El retrato de la dama cortesana adopta la estética establecida por el canon petrarquista. Como nos explica Tenorio esta poesía tenía como tarea imposible “poner en palabras lo que por definición no se puede nombrar” (8). Para crear tal descripción el poetadebía empezar por la cabeza hasta llegar a los pies utilizando las metáforas establecidas por el canon medieval (cabello rubio con oro, cejas como arcos, etc.). Esta dama que se describía en el retrato escrito no era en realidad una descripción auténtica sino más “bien respondían a un modelo aprendido en escuelas y codificado en tratados poéticos amorosos (Tenorio 9). Entre los autores queutilizaron esta técnica se encuentran Garcilaso de la Vega, Lope de Vega, Quevedo, Góngora, Calderón, etc. (Sabat Rivers 208). Este modelo estético europeo se extendió también a México en el sigo XVI donde los escritores mexicanos leían una gran variedad de literatura renacentista, incluyendo poesía de Petrarca (Grossi 113). Este fue el caso de la monja sor Juana Inés de la Cruz, escritora mexicana delsiglo XVII quien cuenta con dieciséis retratos femeninos (Sabat de Rivers 208).
El siglo XVII, en el cual vivió sor Juana fue una época que le negó la oportunidad a la mujer de desarrollarse como ente intelectual (Rubial García 219). Esta idea estaba basada en la premisa de que la mujer no estaba dotada por tales capacidades por ser considerada como ser débil. A la mujer se le mantuvo confinada ala esfera doméstica, como también se le negó el derecho a una educación y se impusieron las tareas domésticas y se le silenció (Sabat-Rivers 1). Este silencio y abnegación de la mujer de la época era lo que dictaba la reputación de la misma. Para controlar a la mujer del XVII La Iglesia creó tres instituciones de clausura para mujeres: los orfanatos, los recogimientos y los monasterios dereligiosas en los cuales debieron estar sujetas al control de autoridades masculinas (García Rubial 219). Sor Juana Inés de la Cruz a pesar de haber nacido en una época donde la mujer estaba sometida al dominio masculino con pocas o ningunas oportunidades, logró educarse en una sociedad en donde las únicas opciones para la mujer eran el cuidado de la casa o el convento. Sor Juana nos cuenta en suRespuesta a sor Filotea que prefirió el convento ya que tenía aversión por el matrimonio y también para poder seguir nutriéndose de conocimiento (455).
Sor Juana refleja el conocimiento que adquirió a través del estudio intenso en sus escritos. La monja conoce perfectamente la estructura del retrato escrito (Arenal y Powell 75); ya que como mencioné anteriormente la autora cuenta con dieciséis...