Subterraneo

SUBTERRÁNEO

Vivimos sumergidos en un inmenso caudal de información que entra por nuestros sentidos, sin pedir permiso. Desesperados ante tanta voracidad nos confundimos, perdemos el sentido.Nuestro norte se vuelve sur y el pobre vagón acostumbrado a correr todos los días hacia chacarita ahora lo hace hacia Estación Lemos.
Mientras el norte se congela buscando abrigarse entre los edificios,el pobre vagón desorientado marcha hacia lo desconocido. Envuelto de temor hace oír los chirridos en el traqueteo de los hierros del Gral. Urquiza. Mas ese vagón no es más que los fieles ocupantesque lleva en su interior con dirección al sur.
El frío de la mañana encuentra a la formación lista para partir. Éste aprovechando la pausa ingresa por los viejos burletes resecos y cansados de tantogolpear en el abrir y cerrar de sus puertas. También lo hace por las ventanas opacas y sin brillo. Debido al desgaste sufrido por la mirada pérdida de sus ocupantes que las observan una y otra vezesperando que tras ella se les regale una oportunidad para salir a la superficie.
Los ocupantes llegan desesperados en busca de un asiento solitario, los vagones los ven deambular uno tras otro en suinterior y les gritan ¡Aquí, Aquí! Queriendo calmar el frío que los atraviesa con el calor que aun abunda en los pasajeros, los seducen de mil maneras. Los simpáticos asientos se engordan al verlos ysonríen esperando ser condescendidos, los respaldares se vuelven más rectos y las luces brillan con toda intensidad. Mas los pasajeros se encuentran absortos y cuando ya no quedan más que lugarespara compartir, terminan rindiéndose ocupando asientos que antes habían rechazado. Se sumergen en ellos desviando la mirada donde nadie pueda darles alcance, a su lado un pasajero y en frente dos más queserán fieles compañeros de este viaje.
Los asientos descansan después de tanto trabajo mientras se sienten abrigados por el saco de piel de la señora Aida, la campera de cuero de Saverio, los...