suplico

Suplico, pues gran mujer, pedir ya no es una opción; ruego poder vivir para conocer un amor nacido de tu corazón, ya que hoy la vida me tiene aislado de tu querer, recluido y prohibido de tucompasión mucho más que divina.
Tan solo me basta la fragancia de tus abrazos. Ahora solo eso satisface a mi encarcelado corazón, lleno de temor a perder algo que muchas veces se me arrebató, y consumido poruna tristeza envenenada de mi eterna ilusión.
He caminado ya por este sendero ensombrecido; no me exalta tu ausencia, pero me engrandece tu ignorancia de mi sufrimiento; y más aun, es basto el favorde tu negación de pan hacia el hambre en mi alma, ya que en la vida solo encontré dos caminos: el que dibuja tu bella sombra, y el dictado por el ritmo de la muerte. Y sin tu aceptación, mi menteobligada dibujará un lugar más a dónde dirigir mi resignación.
No más de tú pena, ni dulzura a mi interés; solo alejarme y buscar un hogar para la perdición dentro del espíritu encarcelado queencegueció mi dolor.
Ya sufrí la desilusión, es más, es costumbre vital en mi pasión; pero no es por el dolor que lloro; sino por la alegría, por la sensación de perdón en tu mirada; entusiasmo de saber que nien tu dolor me encuentro.
Están leídas las cartas a mi favor, espero verlas en mi lado del camino. Es solo cuestión de beber y quitarle, quitarle la sangre a mi maldita canción.
Será que prontomoriré, pues la vida se eleva como un risco sin fin, pero al subir hay que caer, es tal vez que por ti estoy preso en un profundo abismo, que tu sonrisa cubre, y tu felicidad entierra.
Me queda pocopor ofrecer, agote mi corazón al mirar tu rostro, me dejas, bella mujer, en un mar eterno sin alimento ni sombra, pues estaré cerca del final pronto y tú no sabes cuánto te ame.
No deseo más días queperder, acábame ya, suplico oh gran señora, arranca de mi pecho la vitalidad, concédele a mi bien el deseo que tanto añora.
Un desterrado me apuñala por la espalda, pero sobrevivo una vez, mato el...