tarea
Llegué a la casa cargando la carpeta l ena de papeles, informes, estudios, investigaciones, propuestas, contratos. Mi mujer, jugando solitario en la cama, un vaso de whisky enel
velador, dijo, sin sacar lo ojos de las cartas, “estás con un aire de cansado”. Los sonidos de
la casa: mi hija en el dormitorio de el a practicando impostación de la voz, la músicacuadrafónica del dormitorio de mi hijo. “¿No vas a soltar ese maletín?” preguntó mi mujer,
“sácate esa ropa, bebe un whisky, necesitas relajarte”.
Fui a la biblioteca, ellugar de la casa donde me gustaba estar aislado y como siempre no
hice nada. Abrí el volumen de estudios sobre la mesa, no veía las letras ni los números, yo
apenas esperaba. “Tú no paras de trabajar, apuesto que tus socios notrabajan ni la mitad y
ganan la misma cosa”, entró mi mujer en la sala con un vaso en la mano, “¿ya puedo
mandar a servir la comida?”.
La empleada servía a la francesa, mis hijos habíancrecido, mi mujer y yo estábamos
gordos. “Es aquel vino que te gusta”, el a hace un chasquido con placer. Mi hijo me pidió
dinero cuando estábamos en el cafecito, mi hija me pidió dinero en la hora del licor. Mi
mujer no pidió nada, nosotros teníamos una cuenta bancaria conjunta.
“¿Vamos a dar una vuelta en el auto?”, invité. Yo sabía que ela no iba, era la hora de la
teleserie. “Nosé qué gracia tiene pasear de auto todas las noches, también ese auto costó
una fortuna, tiene que ser usado, yo soy la que se apega menos a los bienes materiales”,
respondió mi mujer. Los autosde los niños bloqueaban la puerta del garaje, impidiendo que
yo sacase mi auto. Saqué el auto de los dos, los dejé en la cale, saqué el mío y lo dejé en la
cal e, puse los dos carros nuevamente en elgaraje, cerré la puerta, todas esas maniobras me
dejaron levemente irritado, pero al ver los parachoques salientes de mi auto, el refuerzo
especial doble de acero cromado, sentí...
Regístrate para leer el documento completo.