tarea

Decisiones que determinan nuestro éxito o fracaso
Vacío. Varios metros abajo, pavimento. Inevitable. La fría muerte. Leonor recordó que desde muy niña temía que su abuela la llevara a los funerales. Era una experiencia que la aterrorizaba. Ahora ella misma se encontraba a las puertas de emprender el viaje sin retorno. Creía que el suicidio era la única salida a la crisis matrimonial que veníaenfrentando. La última discusión con su marido había sido una de las más violentas de los últimos meses. Recordaba, con dolor en el corazón, el momento en el que además de ofenderla verbalmente, la agredió. Jamás imaginó que las cosas llegaran a ese límite.
Desde el piso décimo de aquel edificio de apartamentos, la ciudad de Caracas lucía esplendorosa. Irónico: a ella le encantaban los atardeceresy también, cuando el sol despertaba, juguetón y travieso, por entre las nubes, escapando de las montañas donde dormía perezoso. Sin embargo, en ese instante, quería morir.
Dolor, tristeza, desilusión, soledad. Bastaba que diera un paso y caería. En cuestión de segundos recorrería la distancia que la separaba del pavimento. Fácil, rápido, sin dolor.
… Y estaba a punto de hacerlo cuando tomó lamejor decisión de sus 27 años de vida: darse otra oportunidad. Pedirle ayuda a Dios. Creer que él podría transformar su marido.
Esa disposición fue el comienzo de una existencia renovada. Con cierta dificultad puso salvar la breve distancia que la separaba de la ventana de su habitación. Dentro de ese espacio que conocía tan bien, sonrió con paz en su corazón. Era atravesar el umbral de un nuevocomienzo. Una decisión acertada.
Decisión por un cambio
Dios tiene grandes planes para nuestras vidas. La decisión es nuestra. Él abre las puertas y formula el llamamiento. Quien determina qué camino seguir es usted, y nadie más que usted. Nadie más. El Señor Jesús dijo a sus discípulos y a nosotros hoy: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para quevayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo de." (Juan 15.16).
Dios no nos ve como nosotros somos hoy: hombres y mujeres poblados de errores y debilidades. Él ve lo mucho que podemos hacer tomados de su mano, y el cambio crecimiento—tanto personal como espiritual--, que podemos lograr con Su ayuda.
Y como el Señor es quien haceel llamado, Él que jamás se equivoca, nos convoca sabiendo a dónde podemos llegar con Su divina ayuda. Su llamamiento es ineludible e irrevocable. Siempre estará ahí, latente; quien le da la espalda y decide moverse en su propia voluntad y en sus fuerzas, desestimando ese llamado, somos usted y yo. Todo parte de una decisión que determina nuestro éxito o fracaso.
Relata el Evangelio que el SeñorJesús, "... al pasar, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme…" (Marcos 2.14 a).
La posición de Mateo—Leví—era relativamente sólida: una economía que le permitía habitar en un lugar privilegiado de la ciudad, codearse con lo más granado de la sociedad y no pasarse horas desde la madrugada, insomne, pensando qué comería al día siguiente. Ahora,paralelo a este clima de estabilidad socioeconómica, enfrentaba el señalamiento y las críticas del pueblo judío. No podemos olvidar que Mateo era cobrador de impuestos para el gobierno de Roma, y arrastraba el odio de sus compatriotas.
Cuando se produce el llamamiento del Señor Jesús, aunque el relato pareciera indicar que la decisión fue inmediata, debió tomarse el tiempo antes de decidirse.Recuérdelo: no era fácil, porque implicaba renunciar a todo. Estaba en una disyuntiva: seguir su vida mundana y de reconocimiento social y de abundancia, o renunciar a todo para seguir a Jesús. No era fácil, sin duda.
Una decisión de la que no nos arrepentiremos
¿Cuántas veces se vio ante una dualidad, sin saber qué camino tomar?¿Cuáles fueron sus pensamientos ante la posibilidad de perder todo lo...