tareeas
Goethe describe a Fausto como un filósofo racionalista dispuesto a arriesgarlo todo, incluso su alma, por ampliar el conocimiento humano, pero que al finales perdonado por Dios, quien reconoce sus nobles intenciones. Es una alegoría de la vida humana en todos sus aspectos.
Fausto
(Fragmento)
(El Señor. Las Huestes celestiales. DespuésMefistófeles. Se acercan los tres Arcángeles)
MEFISTÓFELES: Señor, ya que te acercas otra vez a preguntar cómo nos va todo por aquí, y ya que te agradó mirarme en otros tiempos, estoy de nuevo entre tuservidumbre. [...] El pequeño dios del mundo sigue igual que siempre, tan extraño como el primer día. Viviría un poco mejor si no le hubieras dado el reflejo de la luz celestial, a la que él llama razón y queusa sólo para ser más brutal que todos los animales. Lo comparo, con licencia de Vuestra Gracia, con esas cigarras zancudas que vuelan continuamente, dando saltos, y, una vez que están sobre lahierba, cantan su vieja canción. ¡Si al menos permaneciera en la hierba!, pero no, tiene que meter las narices donde no le importa.
EL SEÑOR: ¿No tienes nada más que decir?, ¿sólo vienes aquí a acusar?¿Es que no hay sobre la tierra nada bueno?
MEFISTÓFELES: No, Señor; sinceramente me parece que allí todo va tan mal como siempre. Compadezco la vida de calamidades que llevan los hombres. Nisiquiera me apetece atormentar a esos desdichados.
EL SEÑOR: ¿Conoces a Fausto?
MEFISTÓFELES: ¿El doctor?
EL SEÑOR: Mi servidor.
MEFISTÓFELES: Sí; y cierto es que os sirve de una manera muypeculiar. Ni la comida ni la bebida de ese insensato son terrenales. Su inquietud lo inclina hacia lo inalcanzable, pero percibe su locura sólo a medias. Le exige al Cielo las más hermosas estrellas y...
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