Te contare
He de contarte que he caminado las vastas llanuras del vació, que sepulta el espacio, con sus bloques de hastío, no he de ocultar aquí y contigo mi antología denaufragios, ni el drama cuando contemple mis mástiles ahorcados, mástiles en fuga, barcos naufragados, instantes ahogados que yacen en el cementerio marino. Te confieso que he tenido la soledad como unsilencio solitario, y como platicábamos; soledad que no ha sido sino el olvido de sí mismo, con un sin fin de fantasmas y sanciones, pero quisiera agregar a estas palabras deshilvanadas, que sonposiblemente un acto de catarsis o un psicoanálisis, que tales senderos permiten –en reflexión y acción- abrir nuevas ventanas y buscar caminos con diferentes perspectivas, y es que a veces es necesario elrecorrer un largo camino para conocer las razones que guían la existencia, para valorar debidamente tanto el alba como el crepúsculo; el alba tiene el privilegio de ser la espiga que mantiene mil y unposibilidades; el crepúsculo –florido de cicatrices- puede en su poca o mucha experiencia forjarse un alba nueva cada vez que despierta a la luz del otro día. Sin embargo debo reconocer que todavíahay silencios que no han alcanzado la edad de la palabra justa y exacta, pero se que uno se viste en la vida para encontrarse a sí mismo. Camino en el cual a veces las piedras enemigas han herido...
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