temas variados
De ahí que sea necesario que, ya desde tu entorno más cercano, el de tu familia, tu calle o tu colonia, aprendas la maneraderesolver problemas. La violencia sólo engendra más violencia y, aún cuando pudiera parecer que en un primer momento es la única o la mejor salida, la realidad es que casi siempre recurrir amétodosviolentos sólo garantiza el que los problemas no se resuelvan y más bien, en cambio, se conviertan en los llamados “ciclos de violencia” y eventualmente se amplifiquen y sea más difícil deresolverlos.La violencia, por cierto, no tiene que ser física para ser violencia. La violencia verbal genera muchas de las mismas consecuencias que la violencia física, no contribuye a la solución de losproblemasy, muy frecuentemente, se convierte en el preludio de la violencia física.
En este sentido, es importante que adviertas que el habla popular mexicana en muchas ocasiones favorece, en lugardeevitar, la violencia verbal o física. El habla popular mexicana, en este sentido, está caracterizada por una carga machista que frecuentemente asocia a lo femenino con lo débil, lo falso, lo pococonfiabley lo desechable. De ahí expresiones profundamente machistas como “mariquita,” como “rajarse,” entre otras muchas que presentan a lo masculino (“fuerte como macho,” “actuar como macho,” porejemplo)como lo sólido o lo confiable.
No sólo eso, frecuentemente está cargada de referencias que hacen de la violencia sexual contra las mujeres y especialmente contra las madres de los adversarios, unlugarcomún. En otros casos, presenta a los actos sexuales como oportunidades para dominar a adversarios débiles, afeminados, incapaces de actuar como los hombres y, en ese sentido, marginadosydesechables.No sólo eso, está cargada también de referencias profundamente despectivas hacia los indígenas (expresiones como “indio pata rajada,” “indio ladino,” entre otras); los africanos (las......
Regístrate para leer el documento completo.