Temas varios

Una sociedad estática
Manuel Olmeda Carrasco. Marx, en la Teoría del Conflicto, elevó a rango de ley el comportamiento y dinámica sociales, en razón de las tesis expuestas por Hegel en su Dialéctica respecto a que todo lleva en sí mismo las semillas de su propio exterminio y el nacimiento de una nueva forma. El experto en economía redujo cualquier movimiento social a una génesis materialista,sin ningún asomo ideológico. El único motor de cambio, desde su punto de vista, se advierte en la lucha de clases, en el enfrentamiento entre las fuerzas dinámicas (el proletario) y las fuerzas estáticas (el capital). El estudio, estrictamente economicista, del devenir humano, se ha mostrado insuficiente e inexacto, tanto en su base dogmática cuanto en sus consecuencias. Países como la antiguaURSS o China son prueba insalvable de tal alegato.
      La mecánica física enseña la oposición entre la fuerza de acción y de reacción. Sólo el desequilibrio de ambas; es decir, cuando el momento de la primera es mayor que el de la segunda, se produce movimiento (se asemeja a la lucha de clases). Si hacemos un paralelismo entre la ley que rige el comportamiento de la materia y la conducta social,el momento de la fuerza ciudadana viene determinado por dos aspectos cuyo producto, hasta ahora, es una constante incapaz de quebrantar la estabilidad del régimen. Uno integra un contenido mental, propio, ilustrado -independiente, crítico-; el otro lo conforman palabras, gestos, datos -maquillados o menos- experiencias; todo proveniente del exterior y que hacemos nuestro, al parecer con pocosreparos. Cuando el primero se muestra exiguo, el segundo se evidencia capaz de admitir toda suerte de falacias, manipulaciones y absurdos.
      España, desde hace tiempo, se adorna con una sociedad cuyo momento se presenta insuficiente para inquietar, por su magnitud inane, a las denominadas fuerzas estáticas: gobierno, sindicatos, empresarios, otras instituciones y prensa. Carecemos de culturapolítica, de juicio crítico, de sentimiento ciudadano; ingredientes que forman el aspecto fundamental del momento. Por esto soportamos impávidos las declaraciones más asombrosas, extrañas y absurdas sin mostrar hastío o malquerencia. La relación entre el poder y el individuo, se establece mediante una proporcionalidad inversa: la suspicacia y la guardia cívicas llevan aparejadas la equidad y lamorigeración. En cambio, la buena fe, la actitud bobalicona, se paga con el exceso y la discrecionalidad.
     Llevamos casi seis años en que la nave nacional surca aguas revueltas, desplegadas las velas del falso talante, del antidemocrático objetivo de aniquilación política del rival, de la ineptitud oculta tras un biombo de manifestaciones pomposas, opiáceas y huecas, de larguísimo -casiinfinito- trecho entre el dicho y el hecho; en fin, un mundo separa este gobierno, instalado en lo onírico, y la realidad. La crisis de los últimos meses ha traído un exceso de planes costosos e inútiles, de brotes verdes que nadie aprecia, salvo el gabinete y algún vocero agradecido, de declaraciones rozando los límites que separan la ignominia del dicterio. La jeta (y no me refiero al hocico de loscerdos) de unos pocos y la candidez de la mayoría, presenta una clara ligazón de proporcionalidad directa.
  
Cinco millones de parados, diecisiete comunidades que socavan la solidaridad y fraccionan la unión de mercado y política, son factores económicos suficientes para producir el lógico movimiento de la colectividad. Sin embargo, Marx en sus análisis estaba lejos de la evidencia. Al hombre lomueven la fe y las ideas. A este pueblo le han extirpado la fe y le han infundido ideas contraproducentes; por esto actúa como una  sociedad estática a pesar de ser obrera. La masa, en suma, es contradictoria de su propia contradicción individual.
La Sociedad y su Dinámica:

Sociedad:

La Sociedad humana es el conjunto de individuos que viven agrupados en diversos tipos de asociaciones,...