Terremoto Y Aluvión Yungay Perú
Y así, en pleno esplendor; cuando más anhelos, más esperanzas, más expectativas bullían en la mente ciudadana; el aciago 31 de Mayo de 1970, sinanuncio, sin preámbulo, en forma súbita, incontrolable, se produjo el cataclismo más horrendo de todos los tiempos. La tierra embravecida se agrietaba abriéndose tremendas zanjas humeantes; luego, eldesprendimiento de un inconmensurable alud del pico norte del Huascarán cayó de bruces sobre Yungay, borrándolo totalmente del mapa, sepultando miles de vidas y ocasionando inmensas pérdidasmateriales. Yo lo vi porque estuve ahí, y me salve milagrosamente por haber ido a espectar el Circo llevando un centenar de niños para quienes gestioné gratituidad del espectáculo. Al comenzar elfatídico terremoto la función circense no se iniciaba pues estuvo anunciaba para las 3:30 p.m.
Era una ciudad protegida
Yungay era una ciudad protegida contra los desbordes de las lagunas o aludes dela Cordillera Blanca por los inmensos contrafuertes de cerros que le servían de baluarte inexpugnable. Tranquilos y seguros vivieron en ella nuestros padres y antepasados, felices vivimos ahí losque hoy lloramos por los nuestros. Una que otra premonición de peligro eran descartadas por aseveraciones técnicas que afirmaban la absoluta seguridad de la bella ciudad. Más, el atroz movimientosísmico desquició pavorosamente moles del Huascarán de más de un kilómetro de ancho, trayendo ciclópeamente cuesta abajo, calculada a razón de 400 Km. por hora, contra lo que no había barreraimaginable. El volumen del Río Santa, que corre a los pies de la Cordillera Negra, aumentó con el embalse 50 metros de espesor, y retrocedió más de dos kilómetros cuesta arriba, hasta Mancos, paraluego descender furiosamente, hinchado y devorador, hacia el lejano mar. Del hermoso Yongay, exuberante y florido, no quedó nada; sólo un erial de barro y piedras y cuatro palmeras tristemente...
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