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tratos de este lo dejó. Ellos abrían ido para una casa en Areguá que Don Félix, su suegro les había cedido. Ramón intentaba escribir su novelaahí, y tenían una criada llamada Paulina a la cual él deseaba y por la que dejo de lado a su esposa.
Un día doña Ángela vio por la ventana aRamón acosando a Paulina, y se lo contó al Padre Rosales. Como a éste, y muchos otros la detestaban por los chismes que ella agrandaba, términocontándoselo a Ramón.
Doña Ángela vivía con su hermana Clara, a la cual odiaba. Clara era totalmente distinta a Doña Ángela y la preferida desu padre. Ella tenía un montón de joyas escondidas, y dos lotes en Asunción. Doña Clara siempre daba una suma de dinero a doña Ángela, y por esosiempre peleaban, tanto que una vez, Ángela fue a mudarse a lo de Rosalba su amiga más intima.
La señora Ángela y Quiñones, también hicieron delas suyas con un anónimo publicado en el periódico acerca de las barbaridades que les hacía “sufrir” el padre Rosales, claro que siempreexageradas. A causa de esto, el padre Rosales sentíase muy fatigado, cada día empeoraba más, y tenía más añoranza a su pueblo de Galicia. Se habíasentido tan mal que incluso quiso hacer las paces con Doña Angela quien hizo caso omiso, seis días luego de la visita del Dr. Britez no volvió adespertar. . .
Ramón Fleitas, que se quedado en lo del Doctor Brítez, ya que él volvía a Asunción, fue visitado por Espinoza, quien en su estadía