The Murders in the Rue Morgue

EL POZO Y EL PÉNDULO


Yo estaba enfermo, enfermo de muerte, con esa larga agonía. Cuando me desataron al fin, y me PERMITIDO sentarme, pensé que me iba a desmayar. Los miembros de la inquisición había alrededor de mí en la sala cuando me condenaron a muerte. Después de eso, no entendí nada. Muerte. La palabra se repetía una y otra vez en mi cabeza. Las voces ofue mis verdugos perdido todosignificado para mí. Entonces oí nada en absoluto. Todavía podía ver, aunque todo era extraño y exagerado. Los labios de los jueces blackrobed loocked blanco - más blanca que el papel en que estoy escribiendo ahora. Sus labios eran delgados y grotesco como lo pronunciaba mi destino. Aunque yo no podía oír lo que decían los jueces, las palabras hicieron eco. Muerte. Vi esos labios forman las sílabasde mi nombre, y yo temblaba de miedo.Por unos momentos de delirio horro, pensé las velas en la mesa parecían ángeles finas y blancas que estaban allí para salvarme. De repente, algo frío glacial se apoderó de mi espíritu, y yo me sentía cada fibra de mi cuerpo vibrar. La idea me vino a la mente que habría dulce descanso en la tumba. La oscuridad me rodeaba, seguido por el silencio y la quietud.Muypronto, el movimiento y el sonido volvió a mí. Yo podía escuchar a mi propio latido del corazón. Sonido, el movimiento y el tacto ... entonces la conciencia de la existencia. Mi mente sabía que estaba vivo. Entonces sentí el terror mientras trataba de entender lo que era y dónde estaba.
Me podía mover. Todo volvió a mí, pero yo quería ser capaz de olvidar otra vez. Me acordé del juicio, losjueces, la sentencia y la oscuridad como me desmayé.
Hasta ahora no me había abierto los ojos. Yo sabía que estaba mintiendo, unidos, en mi espalda. Puse mi mano, y cayó pesadamente sobre algo húmedo y duro. Traté de imaginar dónde podría ser, yo quería mirar a mi alrededor, pero la idea me asustó tanto que me mantuve los ojos cerrados. No tenía miedo de ver algo tan terrible como yo era que tal vezno había nada que ver.Finalmente abrí mis ojos, y mis peores pensamientos se confirmaron. El velaridad de la noche eterna estaba a mi alrededor. Traté desesperadamente de respirar y no pánico. Me quedé en silencio e hizo un esfuerzo para pensar. Me acordé de la tortura y la Inquisición. Yo sólo tenía que descubrir lo que había sucedido desde entonces. ¿Dónde estaba?

Cuando alguien es condenado amuerte, la ejecución es por lo general en los autos de fe, y una de ellas tuvo lugar en la noche de mi juicio. Por alguna razón, habían optado por no matarme. Quizás querían esperar a que el próximo sacrificio, lo que sería en un plazo de tres meses. Pero eso era imposible, querían víctimas ahora. De todos modos, si ese fuera el caso, yo estaría en una celda de los condenados - todas las celdasde los condenados en Toledo tenía algo de luz. No como aquí.

De pronto tuve una idea terrible. Mi sangre corrió. Volví a desmayarme. Cuando me desperté, me puse de pie. Me temblaba todo el cuerpo. Agité los brazos en todas las direcciones. No sentí nada, y al principio no tenía el valor de moverse por si me pareció que las paredes de mi tumba. Finalmente, el suspenso fue demasiado para mí, yempecé a avanzar. Me acerqué muy despacio, con los brazos en frente de mí. Mis ojos se trató desesperadamente de encontrar el más mínimo rayo de luz.
Caminé tres, cuatro, cinco ... diez pasos. Todo estaba oscuro y vacío. Me dejó de temblar. Por lo menos no me había enterrado vivo.
Había mil vagos rumores acerca de los horrores de Toledo. Yo sabía que mi destino era una muerte terrible, de que notenía ninguna duda. ¿Pero cuándo y cómo iba a morir?
Mis manos outstreched finalmente encontró algo sólido - una muy suave y fría pared de piedra. Con el fin de establecer las dimensiones de mi calabozo, me arrancó la parte inferior de mi bata y la dejó en el suelo en ángulo recto.
Muy lentamente, puse mis manos sobre la pared y lo siguió con la incertidumbre de un ciego. Tenía la esperanza de...