The Open Window

The Open Window.

‘Mi tía bajará a la actualidad, Sr. Nuttel’, dijo una joven dueña de sí misma de quince años. ‘Mientras tanto, póngase al díaconmigo’.
Framton Nuttel intentó hacer una conversación agradable mientras esperaba a la tía.
En privado, dudaba más que nunca que esta serie de visitas formales a personas totalmente desconocidas fueran aayudar a la cura de reposo que se suponía que debía estar pasando en este sitio rural.
‘Yo sólo voy a dar cartas a todas las personas que conozco allí '. Había dicho su hermana.
'De lo contrariotendrás entierros y no hablarás con nadie y tus nervios estarán peor que nunca’.
'¿Sabes que hay mucha gente por aquí?', preguntó la sobrina.
'Apenas un alma. Mi hermana me dio cartas ointroducción a algunas personas aquí’.
’¿Entonces no sabe prácticamente nada acerca de mi tía?’, continuó la joven dueña de sí misma.
’Sólo su nombre y dirección’, admitió el visitante.
’Su gran tragediaocurrió hace sólo tres años', dijo el niño.
'¿Su tragedia?’, preguntó Framton. De alguna manera, en esta parada de descanso, tragedias parecían fuera de lugar.
'Usted, se asombró porque dejamos esaventana abierta para finales de año', dijo la sobrina señalando una gran ventana francesa que abrió en un césped. 'Fue a través de esa ventana, hace tres años para un día, su marido y sus dos hermanosmenores salieron a cazar por el día. Al cruzar el páramo, que fueron engullidos en una ciénaga traicionera. Sus cuerpos nunca fueron recuperados. Aquí la voz del niño vaciló. ‘Pobre tía sigue creyendoque volverán algún día, ellos y el pequeño perro que los acompañaba, y caminaba por la ventana. Es por eso que se mantiene abierta todas las tardes hasta la noche. Ella me ha dicho muchas veces cómosalieron, su marido con su impermeable blanco en el brazo. Usted sabe, a veces en las noches aún como esta me da una sensación espeluznante que ven a todos entrar por la ventana’. Se interrumpió...