Titulo

DEL NACIONAL-CATOLICISMO A LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN

1. La política educativa del nuevo Régimen
Algo más de un tercio del siglo, el periodo comprendido entre la guerra civil y la restauración democrática, ocupa el ciclo histórico del franquismo. Una etapa ciertamente larga que, quiérase o no, ha configurado numerosos aspectos de la educación actual.
Este largo periodo posee rasgosdefinidos que le confieren una determinada unidad y coherencia ideológicas, aunque puedan diferenciarse en él distintas etapas a lo largo de su recorrido. La unidad viene determinada por el carácter autoritario del modelo político y educativo y por la exaltación sectaria de los valores culturales postulados por la Iglesia y los núcleos más conservadores de la sociedad. Aunque puede discutirse, comohacen algunos, acerca de que si el franquismo es un fenómeno que podrá asimilarse al fascismo, es evidente que las funciones que cumplió aproximan ambos modelos políticos y culturales.
El dogmatismo, la consiguiente intolerancia hacia el adversario –que es perseguido a través del exilio, la depuración o la represión- y el culto a la personalidad carismática del "caudillo" -que es exaltado por lasinstituciones educativas- son los rasgos que identifican el perfil totalitario del nuevo Estado.
La síntesis de este modelo ideológico- cultural se objetiva en la conocida fórmula del "nacional- catolicismo" que viene a expresar la conjunción entre los planteamientos del nuevo sentimiento nacional, que impulsara un nacionalismo de Estado y las expectativas de la jerarquía eclesiástica respecto alcontrol de determinados aparatos ideológicos, especialmente de la educación. Aunque la larga duración del régimen permita constatar ciertas modificaciones en las actitudes, lógicamente más beligerantes de la primera etapa, la ideológica del sistema se mantuvo básicamente a lo largo de todo el periodo franquista.

1.1. El nacional-catolicismo y la educación
La política educativa del nuevo régimense inicia en pleno periodo bélico. Ya en los comienzos de la contienda, en 1936, se ordena el expurgo de las bibliotecas escolares con la intención de conservar sólo en sus anaqueles los textos que respondían a los principios de la religión y moral cristianas y a los valores del patriotismo. En este mismo año se inicia en la llamada zona nacional una política de depuración del profesorado,particularmente del magisterio primario que se había significado en el apoyo a la política republicana. Estas medidas también afectaron a los docentes de los demás niveles educativos. En las disposiciones que aluden a la cuestión se habla de las hordas revolucionarias enraizadas en establecimientos como la Institución Libre de Enseñanza, que formaron generaciones incrédulas y anárquicas. El proceso depurificación se extendió hasta después de la guerra civil en una persecución sin tregua hacia todo vestigio de ideología liberal o marxista.
Estrechamente relacionada con esta política de depuración se instrumenta todo un programa de desmantelamiento de la obra educativa de la República.
Pedro Saínz Rodríguez nombrado ministro de Educación Nacional (nueva denominación, acorde con la ideologíanacionalista, que sustituye a Instrucción Pública) en el primer gobierno del régimen (febrero de 1938) despliega, durante su corta estancia al frente de la cartera, toda una serie de medidas encaminadas a la supresión del bilingüismo, la coeducación y el laicismo, así como a la censura de los libros de texto y a la ya comentada depuración de los docentes. El nuevo ministro, católico tradicional ymonárquico, procedió también a derogar el decreto de expulsión de los jesuitas de 1931 y la Ley de Confesiones y Congregaciones religiosas de 1933. De este modo, la Iglesia, que se había identificado con la cruzada, recuperaba sus poderes políticos y pedagógicos tradicionales y confería legitimación al nacional-catolicismo. Se reanudaba así la secular vinculación entre la derecha con el integrismo...