Todo un caso

Todo un caso

Joder, ya empezamos.

Sigo sin poder dormir. Mis ojos no pueden continuar cerrados. Tampoco aguanto esta cama. Decido levantarme y salir de mi cuarto. Quiero tocar el piano. Nopuedo: despertaré a mi madre, son las 4:30 a.m. Voy a la cocina y tomo un vaso de agua. Salgo de la cocina. ¿Adónde voy? Supongo que no puedo hacer nada hasta las... ¿qué?, ¿7:30 a.m.? Regreso a micuarto y vuelvo a la cama. No logro dormir.

Termino de desayunar. Ahora que puedo, decido tocar el piano. Empiezo a tocar. Segundos después suena el timbre. Puedo sentir a mi madre observándomemientras toco el piano. Va a la puerta y abre. Oigo una voz masculina. La reconozco. Es el hijo de los nuevos vecinos de al lado. Ayer, a las 2:32 p.m. terminaron con la mudanza y se presentaronformalmente con nosotros. ¿Qué querrá su hijo? Ambos entran y me observan tocar. Lo siento.

–Leo –dice mi madre–, el hijo de nuestros nuevos vecinos vino a saludarte.

Interrumpo mi música. Medoy la vuelta y lo miro. Debe tener unos 16 años. Me saluda con la mano.

–Hola –le dije.

–Hola –me responde.

Dos segundos en silencio.

–Bueno –habla mi madre–, los dejo solos paraque hablen un rato –se va a la cocina.

– ¿Qué tocas? –me pregunta... Ricardo.

–Polonesa heroica de Chopin –sigo tocando.

– ¡Ah!, me suena el nombre –me dice.

No paro de tocar.Necesito estar concentrado. Pero Ricardo habló.

– ¿Te gustan los videojuegos?
–Algo –respondí. Casi no, de hecho.

–Si quieres puedes ir a mi casa a jugar un día –me ofrece su invitación.

–Claro–respondí–. Un día de estos.

–Entonces, nos vemos luego –se despide.

–Sí, nos vemos.

Ricardo se despide de mi madre y sale de la casa. Ahora, lo único que escucho es el piano. Es lo únicoque necesito escuchar. Luego iré a la computadora, miraré unos cuantos documentales en televisión y a dormir. Después de todo estoy de vacaciones.

De nuevo no puedo dormir. Estoy...