Tomás león
Páginas: 8 (1926 palabras)
Publicado: 30 de agosto de 2010
Biografía de Tomás León
Por haber sido el siglo XIX mexicano uno de los más convulsionados al interior mismo del país, que además de sufrir varias guerras civiles se vio precisado a enfrentar a dos potencias extranjeras, la vida de Tomás León (1826-1893), se vio siempre rodeada por acontecimientos que, de una u otra manera, influyeron directamente en su quehacer musical.
Nació en la ciudadde México el 21 de diciembre de 1826, hijo del maestro artesano don José María León y de doña Guadalupe Ortega, su segunda esposa, quien diera a Tomás sus primeras lecciones de piano. De los estudios maternos Tomás León pasó a ser alumno del organista don José María Oviedo quien, a la postre, resultó ser su único maestro. Tan rápidos fueron los avances -estudiaba simultáneamente piano y órgano-que a los 14 años León ya actuaba como organista en los Oratorios de la iglesia Profesa de San Felipe Neri, lugar en el que empezó a ser conocido por la alta sociedad mexicana.
Fue hasta los 27 años de edad cuando se presentó por primera vez en público, el 24 de febrero de 1854, al lado los notables artistas de la corte del rey de Holanda: el violinista Franz Rooner y el pianista Ernest Lubeck,acompañando a este último en una fantasía de Thalberg, a cuatro manos, sobre temas de Norma.
En ese mismo año, el gobierno de Antonio López de Santa Anna, queriendo aprovechar el entusiasmo popular a su vacilante administración, lanzó una convocatoria a los músicos y poetas para la composición del Himno Nacional Mexicano.
Una vez elegida la composición poética de Francisco González Bocanegra,se nombró al jurado encargado de seleccionar la música idónea para el canto de guerra que quedó integrado por don Agustín Balderas, don José Antonio Gómez y don Tomás León.
Refería Balderas que él y sus compañeros examinaban cuidadosamente las quince composiciones que habían entrado al certamen cuando repentinamente Tomás León se puso en pie, como inspirado por una fuerza sobrenatural yexclamó: «¡señores, ya tenemos himno; escuchad!», y sentándose al piano, interpretó con tal entusiasmo la composición que llevaba el epigrama «Dios y libertad» que al concluir, el jurado y algunos concurrentes prorrumpieron en un aplauso, quedando así sancionada la composición cuyo autor resultó ser Jaime Nunó.
Al año siguiente, el 16 de febrero de 1855 contrajo matrimonio con doña Dolores CatalinaJosefa de Jesús, hija de don José María Victoria Mondragón y de doña María Josefa de Alva y Flores. Oriunda de Tenancingo, México, contaba con 20 años al momento de unirse a quien prometía ya de manera segura, ser una de las glorias musicales de este país. Con ella procreó cinco hijos: Alberto, Carmen, Luis, Enrique y Dolores.
Un año más tarde tuvo el honor de volver a tocar al lado de un granpianista: Oscar Pfeifer, a quien acompañó en una fantasía de él mismo sobre temas de Ernani. Tocó también con extraordinario lucimiento en los conciertos organizados, en distintas temporadas por los renombrados violinistas Jehim Prune y José White.
Sin embargo, la época no le fue propicia para alcanzar fama mundial como concertista; la afición de entonces no era capaz de sostener a un artista, niél -que carecía de bienes de fortuna y ya tenía que sostener a su propia familia- pudo viajar al extranjero para perfeccionar sus dotes y darse a conocer. Se dedicó, pues, a la enseñanza y en sus pocos ratos de ocio, a la composición.
En todos sus alumnos supo infundir su ardiente entusiasmo por el arte que cultivaba. Infatigable trabajador y verdadero propagador de su arte a pesar de sutrabajo diario, no perdía ocasión para hacer sentir a otros la belleza de la música de los grandes maestros y para difundir por dondequiera la afición del arte.
Organizaba conciertos cada vez que se le presentaba la ocasión y los domingos, reunía en su casa un considerable número de aficionados y discípulos, quienes constituían un Club Filarmónico.
Antonio García Cubas, el infatigable escritor...
Por haber sido el siglo XIX mexicano uno de los más convulsionados al interior mismo del país, que además de sufrir varias guerras civiles se vio precisado a enfrentar a dos potencias extranjeras, la vida de Tomás León (1826-1893), se vio siempre rodeada por acontecimientos que, de una u otra manera, influyeron directamente en su quehacer musical.
Nació en la ciudadde México el 21 de diciembre de 1826, hijo del maestro artesano don José María León y de doña Guadalupe Ortega, su segunda esposa, quien diera a Tomás sus primeras lecciones de piano. De los estudios maternos Tomás León pasó a ser alumno del organista don José María Oviedo quien, a la postre, resultó ser su único maestro. Tan rápidos fueron los avances -estudiaba simultáneamente piano y órgano-que a los 14 años León ya actuaba como organista en los Oratorios de la iglesia Profesa de San Felipe Neri, lugar en el que empezó a ser conocido por la alta sociedad mexicana.
Fue hasta los 27 años de edad cuando se presentó por primera vez en público, el 24 de febrero de 1854, al lado los notables artistas de la corte del rey de Holanda: el violinista Franz Rooner y el pianista Ernest Lubeck,acompañando a este último en una fantasía de Thalberg, a cuatro manos, sobre temas de Norma.
En ese mismo año, el gobierno de Antonio López de Santa Anna, queriendo aprovechar el entusiasmo popular a su vacilante administración, lanzó una convocatoria a los músicos y poetas para la composición del Himno Nacional Mexicano.
Una vez elegida la composición poética de Francisco González Bocanegra,se nombró al jurado encargado de seleccionar la música idónea para el canto de guerra que quedó integrado por don Agustín Balderas, don José Antonio Gómez y don Tomás León.
Refería Balderas que él y sus compañeros examinaban cuidadosamente las quince composiciones que habían entrado al certamen cuando repentinamente Tomás León se puso en pie, como inspirado por una fuerza sobrenatural yexclamó: «¡señores, ya tenemos himno; escuchad!», y sentándose al piano, interpretó con tal entusiasmo la composición que llevaba el epigrama «Dios y libertad» que al concluir, el jurado y algunos concurrentes prorrumpieron en un aplauso, quedando así sancionada la composición cuyo autor resultó ser Jaime Nunó.
Al año siguiente, el 16 de febrero de 1855 contrajo matrimonio con doña Dolores CatalinaJosefa de Jesús, hija de don José María Victoria Mondragón y de doña María Josefa de Alva y Flores. Oriunda de Tenancingo, México, contaba con 20 años al momento de unirse a quien prometía ya de manera segura, ser una de las glorias musicales de este país. Con ella procreó cinco hijos: Alberto, Carmen, Luis, Enrique y Dolores.
Un año más tarde tuvo el honor de volver a tocar al lado de un granpianista: Oscar Pfeifer, a quien acompañó en una fantasía de él mismo sobre temas de Ernani. Tocó también con extraordinario lucimiento en los conciertos organizados, en distintas temporadas por los renombrados violinistas Jehim Prune y José White.
Sin embargo, la época no le fue propicia para alcanzar fama mundial como concertista; la afición de entonces no era capaz de sostener a un artista, niél -que carecía de bienes de fortuna y ya tenía que sostener a su propia familia- pudo viajar al extranjero para perfeccionar sus dotes y darse a conocer. Se dedicó, pues, a la enseñanza y en sus pocos ratos de ocio, a la composición.
En todos sus alumnos supo infundir su ardiente entusiasmo por el arte que cultivaba. Infatigable trabajador y verdadero propagador de su arte a pesar de sutrabajo diario, no perdía ocasión para hacer sentir a otros la belleza de la música de los grandes maestros y para difundir por dondequiera la afición del arte.
Organizaba conciertos cada vez que se le presentaba la ocasión y los domingos, reunía en su casa un considerable número de aficionados y discípulos, quienes constituían un Club Filarmónico.
Antonio García Cubas, el infatigable escritor...
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