Un Cuento De Navidad

Un cuento de Navidad
El frio de otoño pegaba de lleno en las feas y abandonadas lapidas del cementerio de Durham. Se  escuchaba a los lejos el traquear de algunas hojas o el chasquido propio de una rama rota, provocado por un búho descuidado. Los fantasmas del cementerio de Durham  se preparan para la mejor noche buena que jamás hayan tenido, vestidos en sus ropas más finas  yelegantes  luciendo como las esplendidas damas y caballero de buenos modales  de Francia, como fueron en vida. Mientras platicaban de la problemática de ser entes amantes de la eternidad.
-Aún no entiendo -  decía la señora Karmille - como es posible que seamos fantasmas, cada domingo de mi vida  desperdiciado en teologías inconclusas.
-No seas blasfema Karmille. -decía el señor Grind a su esposa.- aun no sabemosnada, llevamos cinco años muertos aún no es tiempo de sacar conclusiones.
-Cinco años se me hace el suficiente tiempo para que al menos supiéramos algo, solo estamos varados en el cementerio cuidando nuestros cuerpos, Yo no quiero esto.- termino diciendo la señora Karmille.
 
Los otros espíritus hablaban de lo feliz que es la vida después de la muerte, y la mayoría con las mismas ansias esperanla navidad. Como dice el señor Jerks. “Porque a pesar que es una festividad de pasado pagano, lo importante no es la fecha sino el día”.
 
La vida normal, o más bien la existencia normal de los fantasmas está compuesta por una sola regla y es la más importante e inquebrantable, la regla indica que bajo cualquier motivo ningún fantasma puede salir del cementerio, ninguno ha roto la regla y muchomenos se han preguntado qué les pasa a los que no la obedecen. La vida en el cementerio es tan monótona y aburrida que los espíritus estúpidos siempre buscan como divertirse, las fiestas y las celebraciones son un escape para sus tristes existencias. Pero claro de los quinientos veintiséis  fantasmas que habitan en el cementerio no todos están de acuerdo con la regla. Todas las noches cuando elúltimo y agonizante rayo de luz cae sobre la tenebrosa tierra llena de hiedras, es cuando de la nada emerge una gran columna blanca con inscripciones en el centro en las cuales se lee “MORS PRINCIPIUM EST”. Obviamente escritas en latín.
Para cuando la ausencia del sol es evidente de la punta  emerge una gran llamara roja, un gran fuego capaz de iluminar todo el cementerio, un fuego capaz de auxiliara los fantasmas en sus  noches frías brindándoles un poco de calor en la interminable eternidad. Pero incluso esa gran columna blanca sabe la diferencia entre la noche buena y las otras noches, por eso y por única ocasión en el año el color deja de ser el rojo de siempre y se convierte en azul, desde el crepúsculo hasta el amanecer la llamarada azul inunda el cementerio con su luz tierna ybondadosa. “es el azul más hermoso que he visto en mi vida”, llego a decir el señor Ripent, aunque la señora Breelove , su fiel amiga lo corrigió advirtiéndole que el ya no tenía vida y que esa expresión no podía ser válida en el.
 Todos vestidos de la manera más elegante esperan la noche buena formando un semicírculo alrededor de la columna de luz a la cual algunos fantasmas de puro cariño empezaron allamar “Prometeo”. El sol está detrás de las nubes grises que amenazan con dejar caer nieve y arruinarles la fiesta a los fantasmas, hace frio pero no el suficiente para no celebrar la fiesta espera durante un año. Mientras tanto cantan villancicos haciendo cuenta regresiva para la esperada puesta de sol. La señora Breelove, entusiasmada por el barullo se percato que el único niño de todo elcementerio no estaba reunido como todos. Lo busco. Fue directo a la  lapida de el niño la cual se encontraba en el extremo del cementerio, es la lapida más fea y triste pues los padres del niño al ser pobres no tenían dinero para el ataúd y lo enterraron envuelto apenas en una sabana y para recordar en donde está enterrado pusieron una cruz grande y de madera hecha por las manos  de su familia....