"UN GRITO DE AMOR DESDE EL CENTRO DEL MUNDO"

UN GRITO DE AMOR DESDE EL CENTRO DEL MUNDO
(Kyoichi Katayama)
Por Everardo García Crisóstomo

La liana que crece, , “Tú yaces aquí durante los largos días de verano y durante las largas noches de invierno. Dentro de muchos años, yo también descansaré junto a tí. Espero en paz a que llegue ese día”. Una tarde después de regresar de clases, encontré llorando en la cocina a mi madrecita, laabrace y le pregunte, ¿Por qué lloras mami?, freno su llanto y me dijo con voz cabizbaja, lo que pasa es que hoy me acorde de tu hermano el mayor, que murió siendo un niño, en mi afán de consolarla le dije, no te preocupes mamá, nos tienes a nosotros y estamos vivos; finalmente me contesto; todos ustedes tienen un lugar muy especial en mi corazón, a todos los quiero y los seguiré queriendo aundespués de muertos, es difícil de entenderlo Eve prosiguió, si algún día lo vives me entenderás. Entonces no basta con ser empáticos o ponerse en los zapatos de los demás, para saber cual es su sentir, hay que vivirlo, y solamente así podremos entender y darle mejor sentido a nuestras vidas. Les voy a platicar algo que en mis casi catorce años como docente nunca me había pasado: ¡se me cayeron laslagrimas!, cuando casi terminaba de exponerles, lo que había entendido de la novela antes citada de Katayama; el hecho ocurrió en el grupo de segundo cuatro, ya se imaginaran como estaban los alumnos; desconcertados, algunos se burlaban, algunos pensaban que estaba actuando , algunos otros pensaron que debía estar loco para llorar por el contenido de un libro, pero finalmente solo yo se por quesolté el llanto, no fue fácil encontrar en mis sentimientos los motivos del porque había llorado, por un momento me sentí apenado, hasta cierto punto ridículo, sin embargo no fue así, hay les voy; lo que pasa es que el domingo pasado mi padre y yo, fuimos al panteón a realizar el aseo de las tumbas, porque ya casi era dos de noviembre, día de muertos, terminamos nuestras faenas que nos asignaron, yantes de venirme fui a la tumba de mi hija que la bautice con el nombre de Juanita, ella murió de recién nacida, entonces el veinte ocho de Octubre teníamos que hacer un café literario con los alumnos del segundo cuatro, en el cual todos tenían que leer su ensayo al grupo, pero yo tenia que iniciar con el mío y para que no me sorprendieran, releí la novela un día antes, finalmente la estabacontando y cuando iba en el apartado donde Sakutaro le dice a Aki, ¿Qué te pasa?, ¿Por qué sangras de la nariz?, mejor nos regresamos al hospital y cuando ya te sientas mejor viajamos ha Australia, como es tu deseo, ¡No Saku!, replico Aki, ya lo tenemos planeado, ya se me pasara la hemorragia, en el avión me sentiré mejor ya lo veras, después de bajarse del taxi, no frenaba la hemorragia, Sakutaro leofrece papel para limpiarse, justamente antes de partir rumbo a Australia, Sakutaro le pide a Aki que se siente en la sala de espera, mientras él va por el equipaje que había encargado horas antes en el aeropuerto, ¡en eso!, escucha un estruendo, voltea y se da cuenta que Aki se había desmayado, es fácil de explicar, se le habían bajado sus plaquetas, desesperado corre ha abrazarla, y gritaayúdenla… y justamente ahí fue donde solté el llanto porque lo mismo exclame yo cuando mi hija Juanita murió, nació con vida, pero necesitaba un tanque de oxigeno, corrí hacia el centro de San Felipe a buscar al Doctor Polo, pero fue imposible cuando llegamos ya estaba muerta; bueno ese fue un motivo de mis lagrimas y el otro, es que; lo que paso en la novela con Aki le ocurrió a una de mis hijasllamada Valeria, el doctor que me dio la notica, me la dio con una frialdad como si los enfermos de leucemia en ese hospital fueran conejillos de indias o ratones de laboratorio, me sentí tal mal, me preguntaba ¿Por qué a mí?, ¿Por qué nos tiene que pasar esto a nosotros?, entonces exclame mis plegarias llorando en silencio, “Dios si en verdad existes, ayúdala, ayúdala por favor, no podía controlar,...