Un socio mentiroso

Gabriel Orellana
gorellana@siglo21.com.gt
Un socio mentiroso
¿Rige el principio de la buena fe la conducta de los estados y de sus agentes diplomáticos? ¿Puede un Gobierno “amigo” mentirle a otropara sostener, a sabiendas, una solicitud de extradición infundada porque el delito no está sujeto a extradición según la legislación del Estado solicitante?
Auxiliado por Glenn W. MacTaggart,abogado estadounidense, Alfonso Portillo ha promovido una acción de hábeas corpus en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York en contra de Preet Bharara, Fiscal Federal. Pide que se le ordeneexponer el motivo justificado por el cual lo ha detenido bajo su custodia mediante orden de detención contenida en la solicitud de extradición formulada a Guatemala; que se LE informe al Gobierno deGuatemala sobre las tergiversaciones cometidas en el pedimento de extradición; se le emplace para que admita o niegue todas las denuncias que formula en su contra; que, como actor, se le permita examinaren el expediente de la fiscalía los temas expuestos en la demanda; fijar audiencia para la presentación de pruebas relacionadas con los hechos denunciados que el demandado se rehúsa a admitir y,finalmente, otorgarle cualesquiera otros descargos que estime justos y apropiados.
Denuncia que el petitorio de extradición, firmado por el embajador estadounidense, contiene graves tergiversacionesque, de acuerdo con los tratados invocados, no constituyen fundamento jurídico válido para solicitarla, lo cual motiva su ilegal detención. Dice que, faltando a la verdad, el embajador aseveró alGobierno guatemalteco que el pedimento de extradición se fundamenta en el delito de conspiración para el blanqueo de dinero y que lo amparaba el Tratado de Extradición EUA–Guatemala; que indujo al Gobiernoguatemalteco a creer que para los EUA: “El delito de blanqueo de dinero está cubierto por el Artículo 23 de la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción… de conformidad con el Artículo 44...