Una Maestra Cristiana
Con nosotros también se hallaba mi madre. Yo ya había observado con mucha atención su ingenio y entusiasmo por las cosas divinas. Empero, en una conversación quetuvimos… se me descubrió tanto su espíritu, que nadie me parecía más apto que ella para el cultivo de la sana filosofía43.
Dios le concedió a nuestra santa un año más de vida; casi doce mesesde saboreo del fruto cultivado con tantos trabajos y regado con tantas lágrimas. En este tiempo tenía que cuidar y acompañar al grupo que, con su hijo, estaba dando los primeros pasos en la vidacristiana. Con ellos fue a Casiciaco, finca de un amigo de Agustín, que se encontraba en la provincia de Milán. Se retiraron a ese lugar para prepararse al bautismo. Ella se encargaba de llevar la casa44,estaba pendiente de cada uno como una madre y a todos los atendía como si fuese su sierva45. Allí hizo patente su inteligencia intuitiva, desarrollada en las cosas de Dios.
1. Mónica, filósofacristiana
La conversación a la que alude san Agustín en el texto que introduce este capítulo, se encuentra en su obra Sobre la vida feliz. En ella participa Mónica más de lo que podíamos imaginar,con puntualizaciones atinadísimas. Por ejemplo, pregunta Agustín a los amigos si la ciencia es el alimento del alma. Inmediatamente salta su madre: Desde luego que sí; ¿de qué otra cosa se va aalimentar el alma si no es del conocimiento y ciencia de las cosas?46.
Poco después surge otra cuestión: si será o no feliz el que posea todo cuanto quiera. Vuelve ella a intervenir sentenciando: Sidesea bienes y los tiene, sí; pero si desea males, aunque los alcance, será un desgraciado47. Su hijo quedó estupefacto ante esta respuesta; para aprenderla, él había necesitado estudiar a Cicerón. Nopudo menos de felicitarla con el mayor de los elogios: Madre, has conquistado el mismísimo castillo de la filosofía48. Para, a renglón seguido, comentar: Creíamos hallarnos sentados junto a un...
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