Una Muerte Muy Dulce
En efecto, Beauvoir posee la habilidad de introducir al lector en un universo intelectual tejido con lasideas filosóficas que determinaron el curso del pensamiento europeo en el periodo de la postguerra. Un mundo desencantado, escéptico, que ya no tiene ni la fuerza romántica que exaltaba al yo por encima de cualquier otra instancia, ni la fe en la razón y en el progreso propia del positivismo ilustrado. Uno de los pensadores que llevó hasta el límite el desarraigo de la existencia que ya no poseeningún punto de referencia sólido es J. P. Sartre, sin cuya presencia resulta ininteligible la obra de Beauvoir. Cuando éste desarrolla sus ideas más penetrantes el pensamiento ha agotado todos los recursos que permitían mantener un mínimo de esperanza: Dios ha desaparecido del horizonte intelectual, la naturaleza se ha convertido en un inmenso mecanismo que actúa ciegamente, y el hombre y su razón hanmostrado en la dos guerras la mentira en la que se sostenían. La naturaleza humana es contemplada como un concepto del pasado, como una hipótesis inútil; es sólo la proyección ideológica de un mundo culpable. ¿Qué es, pues, el hombre? En sentido estricto, algo indefinible, un ser sin esencia: existencia únicamente determinada por su propia libertad. Partiendo de este presupuesto la obra de Simonede Beauvoir desarrolla con elocuente dramatismo lo que los escasos recursos expresivos de Sartre presentan de un modo frío y tosco.
Limitaremos el análisis a una de sus obras más conmovedoras: Una muerte muy dulce (Pocket/Edhasa, Barcelona, 1977). En ella Beauvoir describe la muerte de su madre, el modo en que durante los días previos al acontecimiento se le fue haciendo evidente undestino fatal que, aunque asumido, el ser humano siempre experimenta como algo imprevisto, extraño, violento. La enfermedad, el deterioro físico, la lenta agonía, se convierten en el vehículo a través del cual lo simplemente conocido se convierte en experiencia, la información pasa a ser sabiduría. Hemos dicho que para Sartre el ser humano sólo se puede definir como existencia sólo definida por lalibertad. El hombre es, pues, proyecto, apertura al mundo; a un mundo en el que no hay rastro de trascendencia, pues las cosas son existencias clausuradas, llenas de sí, sin más realidad que lo que muestran (son en sí). El mundo clásico interpretó la contingencia, lo aparente, como la cara externa de los seres que movía a la inteligencia a la búsqueda de un fundamento absoluto. Sartre, por elcontrario, piensa que todo lo absoluto es lo que aparece; una apariencia que no esconde nada, sólo el vacío:
Lo esencial es la contingencia. Quiero decir que, por definición, la existencia no es la necesidad. Existir es estar ahí, simplemente; los existentes aparecen, se dejan encontrar, pero nunca es posible deducirlos. Creo que hay quienes han comprendido esto. Sólo que han intentado superar esta...
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