Unificación italiana

UNIFICACIÓN ITALIANA:

A mediados del siglo XIX, la Península italiana estaba dividida en varios estados. En el sur se hallaba el reino Borbón de las Dos Sicilias; en el centro, los Estados Pontificios y, más al norte, el Gran Ducado de Toscana y los pequeños ducados de Módena y Parma. Lombardía y Venecia permanecían bajo dominio austriaco, y completaba el mapa peninsular el Piamonte, regidopor la Casa de Saboya, también titular de la isla de Cerdeña.
El dominio napoleónico había contribuido a reforzar en los italianos la idea de la unificación de una península fragmentada. A pesar de que entre sus estados había notables diferencias políticas, económicas y culturales, la administración francesa les hizo ver las ventajas de la centralización y la posibilidad de desterrardefinitivamente algunas inveteradas prácticas feudales. Más tarde, después de la derrota de Napoleón, durante las oleadas revolucionarias de 1820 y 1830, los italianos del norte comprendieron que no podrían llegar a la unificación de todos los territorios de la península sin librarse primero de la dominación austríaca, y que esto no podría lograrse sin ayuda de alguna potencia extranjera.
Tras el fracasode la Revolución de 1830, el genovés Giuseppe Mazzini, que había intentado la vía conspiratoria para levantar al pueblo y conseguir la unidad a través de la sociedad secreta de los carbonarios, cambio de táctica. En 1831 fue desterrado a Marsella, donde organizo el movimiento la Joven Italia con el propósito de crear una nación republicana, libre e independiente. Tras el fracaso de varios intentosde insurrección, Mazzini tuvo que exiliarse a Londres en 1837; aunque no logró realizar su sueño, ha de ser considerado el verdadero inspirador de la unidad italiana.
A partir de entonces, los esfuerzos por conseguir la unificación de los estados italianos correspondieron al papado. Vincenzo Gioberti, en su obra "Del primado moral y civil de los italianos"(1843) hacía un llamamiento a unafederación italiana bajo los Estados Pontificios, con lo que dio lugar a la creación de la corriente denominada neoguelfismo. Esa denominación hacía referencia a la facción de los guelfos del siglo XII, que apoyaban al papado, frente a los gibelinos, que sostenían los intereses del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Durante los primeros años de su pontificado, Pío IX tomó algunas medidasliberalizadoras que alarmaron a los austriacos, ya que parecía conducir directamente a la unificación. Sin embargo, cuando estalló la Revolución de 1848, el movimiento neoguelfo se diluyó ante la negativa del pontífice a utilizar las fuerzas del Vaticano contra Austria. La actitud del Pontífice provocó una reacción contra él en Roma, de donde tuvo que escapar disfrazado de sacerdote el 24 denoviembre.
Varias naciones católicas se dispusieron a acudir en su ayuda, pero Francia se adelanto y puso sitio a la Roma republicana. La defensa de la capital de los Estados Pontificios fue dirigida por Giuseppe Garibaldi, un aventurero que se convirtió en el héroe de la causa italiana, a pesar de que no consiguió impedir la entrada de las tropas francesas en Roma.
Tras el fracaso de los intentosnacionalistas en el año 1848, el movimiento de unificación italiano dirigió su mirada hacia el reino saboyano del Piamonte-Cerdeña, para que su rey, Carlos Alberto, asumiera su liderazgo. Sin embargo, este encomendó la tarea a su hijo primogénito, en quien abdicó en 1849. Fue así como Víctor Manuel II se convirtió en el primer rey de la Italia unificada. En 1852 designó como ministro a Camilo Benso,Conde de Cavour, un empresario agrícola de ideas librecambistas, admirador del parlamentarismo británico y editor del periódico "Il resorgimento", para que condujese el proceso unificador. Cavour impulsó el desarrollo de la red ferroviaria, protegió los intereses de las clases medias y reforzó el ejército. Obligó a la iglesia a pagar impuestos y confiscó las tierras de las órdenes religiosas, con...