Universitario
Lospaíses dan más a su pueblo que a los extranjeros. Los ciudadanos de EEUU , por ejemplo, pueden optar a muchas prestaciones publicas mientras que los extranjeros no.
A algunos les desagrada toda formade asistencia pública y querrían reducir el Estado del bienestar, mientras otros creen que deberíamos ser más generosos a la hora de prestar ayuda a los países en vías de desarrollo. Pero casi todo elmundo distingue entre el Estado de bienestar y la ayuda exterior. La mayoría acepta que tenemos una responsabilidad especial de satisfacer las necesidades de nuestros conciudadanos que no seextiende a todo el que vive en el mundo.
La desigualdad de las naciones complica la defensa de la primacía de la comunidad nacional. Si todos los países tuviesen una riqueza comparable y si todas laspersonas fuesen ciudadanas de un país o de otro, la obligación de atender en especial a la propia gente no plantearía problemas, al menos no desde el punto de vista de la justicia. Pero en un mundo contantas disparidades entre los países ricos y los pobres, lo que la comunidad demanda puede ser diferente a lo que demanda la igualdad. La cuestión de la inmigración refleja esa tensión.
El mejorargumento en favor de limitar la inmigración es comunitario. Como escribe Michael Walzer la potestad de regular las condiciones de la adscripción, de establecer las cláusulas de admisión y exclusión, esta...
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