Uno va a olvidarse un rato de su vida, pero el centro comercial me recordó la realidad
Fui al cine el sábado, a un centro comercial en la autovía A-7 o del Mediterráneo. La sala 8 está en un pasillo y es un cubículo negro. La primera película que se llamó Django,de Sergio Corbucci, con Franco Nero, actor también en Django unchained, se estrenó en Granada en el Coliseo Olimpia, que ya no existe, un edificio de los años veinte, cuando los cines eran palacios dela irrealidad. Parecía unos grandes almacenes parisinos con portada de templo neohelenístico. El friso lo decoraban Apolo, las musas y los dioses, esculpidos por un autor de monumentos funerarios eimágenes de Semana Santa. En Sevilla Django se estrenó en el cine Apolo, que hoy tampoco existe. En Django, un spaghetti western, no arrancan testículos, pero sí orejas (cortan una, se la enseñan alpúblico y se la meten en la boca a la víctima), y convertían en pulpa sanguinolenta las manos del héroe, que se ganaba la vida manejando el revólver. La canción de las películas de Corbucci y Tarantino esla misma, y es la misma la tipografía roja de las letras del principio.
Era sábado, pero el centro comercial estaba casi vacío a poco más de las cinco de la tarde y seguía igual pasadas las...
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