Varios

Taller de Narración
La Casita
Había una vez un señor llamado Jorge, quién había sido un gran revolucionario y después se dedicó a la política, vivía en el pedregal y tenía una hermosa familia.
Seacercaba el cumpleaños de su hijo menor y decidió prepararle una fiesta sorpresa para celebrarle sus veinte años; contrató organizadores para que arreglaran y decoraran toda la casa, desde losjardines iluminados con antorchas, la alberca y el patio. En el salón para bailar mandó a poner mesas para la hora de la cena y compró cientos de globos para que todo se viera perfecto.
Pasaron las horas,todo iba quedando a la perfección con todos los adornos hasta que uno de los sirvientes se percató que la calefacción no funcionaba, tenían que arreglar el problema antes de que empezara la fiesta,pues tendrían que cambiar todo al otro salón pero eso molestaría al señor Jorge pues en él estaba su gran estatua estofada de oro y plata que el Museo de Arte le había donado y era su tesoro más valioso,al que cuidaba como a su vida; inclusive más que a su colección de autos.
Horas después arreglaron el problema y estaba todo listo, los guardias vigilaban la entrada, recibían a los invitados y losguiaban al gimnasio para que ahí esperaran a que llegara el momento de la sorpresa.
Gabriel, el hijo del ex revolucionario, llegó en su helicóptero por la parte trasera de la casa por lo que no sedio cuenta de la sorpresa que le tenían, se dirigió al gimnasio para hacer un poco de ejercicio, prendió la luz y de repente sólo se escuchó… ¡¡¡Sorpresa!!! Quedó asombrado y emocionado al mismo tiempo,todos sus amigos y familiares estaban ahí; no se lo esperaba.
Todos disfrutaron de la rica cena, bailaron y gozaron de la fiesta, al final de la noche Don Jorge le pidió a Gabriel que lo acompañaraa su oficina, donde le dio un sobre que decía “Felices 20, hijo”, lo abrió y sacó la llave que venía, Don Jorge le dijo… -Es la llave de tu nuevo Mustang
Gabriel estaba extremadamente feliz, abrazó...