vejez

A quien sea que haya encontrado esta carta:
Mi nombre es Santiago Castillo, estudiante de letras en la UNAM, vivo solo y prácticamente no tengo familia, soy un ente bohemio y trovador urbano, miguitarra es mi voz, las notas son mi idioma materno y soy básicamente lo contrario a cualquier persona que conozcas, y al mismo tiempo soy exactamente igual.
No te conozco, y desgraciadamente nuncatendré la oportunidad de conocerte. Pero aun así quiero considerarte mi amigo, porque tengo que platicarte una historia, y sólo podría contársela a alguien en quien realmente confío, y cómo tú eres miamigo, sé que puedo confiar en ti.
Toda mi vida he hecho las cosas bien, me he preocupado por la gente, he sido buena persona, buen estudiante, buen amigo. Creo que lo que más me mantiene vivo, es hacerque las personas sean felices, aunque sea por un momento. En este momento, amigo mío, sólo se me viene una pregunta a la mente, ¿por qué le pasan las peores cosas a las mejores personas? Y ¿por quéles pasan las mejores cosas a las peores personas?
Creo que necesitas un poco de contexto. Soy el tipo de persona que antes de llevar su libreta de apuntes a la escuela, lleva su guitarra y un par deplumillas. Soy de pocos amigos, y estoy seguro que daría la vida por cada uno de ellos, las veces que fueran necesarias.
Mi historia empieza en el colegio, en un martes cualquiera. Iba llegando tardea mi clase de filosofía. Cuando llegué a la puerta, el Profesor me dijo que la única forma en la que él permitiría que pase al salón, sería impresionándolo. Me pidió que le explicara mi forma depensar, en menos de veinte palabras. Sólo se me ocurrió decirle un verso de una de mis canciones: “Nos pasamos la mitad de la vida descubriendo a que nos queremos dedicar, para terminar trabajando en algototalmente diferente”. Noté que el profesor hizo un pequeño gesto de asombro, cómo si hubiera desenterrado algo de su pasado. Me dejó asistir a su clase, pero desde que vi su expresión, no estaba...